jueves, 14 de julio de 2016





COMENTARIO DE LIBROS

EL TEMPLO DE ORO
                 DE
YUKIO MISHIMA

DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA

¿Puede alguien enamorarse de un objeto material inorgánico, como un templo, o de un animal?.
Si, si se puede, y esas perversiones reciben el nombre de parafilias, y este es el tema que toca Mishima en este libro.
Cuando era estudiante de medicina, en el curso de psiquiatría estudiamos el caso de un sujeto que se enamoró de su mascota,  una perra con la cual  incluso tenia actividad sexual.
Cuando el animal murió con los años, el sujeto se suicidó, no pudo resistir la pena. Dejo escritas  unas notas donde revelaba su amor por su mascota, sentidas cartas de amor, muy dolidas, otras muy  románticas, donde hacía referencia a sus sentimientos.
Sin necesidad de ir tan lejos en el tiempo, todo el Perú vió el video, que pasaron miles de veces en la televisión donde el denominado Kenji Fujimori, hermano de la denominada Keiko Fujimori aparece en actividades sexuales con su mascota, un pobre perro llamado Puñete. Esa perversión se conoce con el nombre de zoofilia (actividad sexual con animales).Pero eso no es todo. Además todo el Perú vio otro video, que también pasaron miles de veces por la televisión en el cual se observa al denominado Kenji Fujimori, vestido de mujercita, de ballerina, con un tutú, que es el vestido que usan las bailarinas de ballet y zapatillas de ballet dando pasito de  bailes. Esta perversión se conoce con el nombre de travestismo ( y que es una perversión de identidad de género, que se presenta cuando un sujeto se identifica con el sexo opuesto al que tiene).
Este sujeto ha sido el congresista con mayor votación en las dos últimas elecciones presidenciales en el país, llegando incluso a obtener con su partido mas de 8 millones de votos.
Es decir, más de 8 millones de peruanos ven la zoofilia y  el travestismo como algo normal, e incluso como algo bueno y deseable, ya que lo han apoyado con su voto.
Esta es una clara demostración del grado de degradación moral que presenta amplios sectores de nuestro pueblo, y es una consecuencia de ocupar todos los años el último puesto del mundo en educación, según estudio de la Naciones Unidas, lo que convierte al pueblo peruano en el más ignorantes del planeta Tierra, y según el informe PISA, además ocupa el último lugar de mundo en el Coeficiente de Inteligencia, es decir, el pueblo peruano  es el  más imbécil del planeta Tierra.
A lo que hay que añadir que según  las estadísticas publicadas en nuestro país, el  90% de peruanos no comprenden lo que leen, o sea, son unos brutos.
Si a eso se añade que el Perú tiene el primer lugar del mundo en la fabricación y consumo  de pasta básica de cocaína ( el fujimorismo ha colocado 11 congresistas ligados al lavado de activos provenientes del narcotráfico),el primer lugar del mundo en alcoholismo, el segundo lugar del mundo en el abuso sexual de mujeres y el primer lugar del mundo en el abuso sexual de menores de edad, se completa un cuadro que explica porque existe el denominado fujimorismo, el denominado aprismo y porque el denominado Kenji ha  tenido el respaldo de más de 8 millones de votos.
El libro que comentamos se refiere a la historia de un hombre que llega a enamorarse del templo  que existía cerca de su aldea, y  que se caracterizaba por poseer una cúpula dorada.
En el ambiente de pobreza y opresión en que vivían en esa época los campesinos japoneses, trajo como consecuencia de que lo único bello que contemplaban los ojos del protagonista era la cúpula dorada del templo.
No solo la cúpula, sino también el ambiente de serenidad y veneración que rodeaba al templo. En sus momentos de amargura se consolaba mirando la belleza del templo, y esa visión era lo único hermoso de su existencia.
Pero no era el único que visitaba el templo ,otros también acudían al lugar, lo que le producía un estado de celos, ya que sentía que la presencia de esas gentes era una profanación, que le arrebataba sus ensoñaciones y alteraba la contemplación quieta y serena, por ratos y apasionada por  otros ratos, del objeto de su amor.
Un  incidente vino a afirmar su posición, cuando un muchacho de la aldea se negó a ir a la guerra y se escondió en el templo, al que acudía en secreto su enamorada llevándole comida todos los días.
Pero en el Japón de esas épocas ser un desertor era el peor crimen en esa sociedad.
Un día siguieron a la muchacha y descubrieron el lugar donde se escondía el desertor, al cual castigaron y llegaron a matar en las escaleras del templo.
Eso era más de la lo que estaba dispuesto a aceptar el protagonista.
Pero si bien el amor que sentía por el templo le producía felicidad, también le resultaba un tormento, ya que  era un sentimiento que lo absorbía  y lo oprimía, era una pasión que lo consumía, era un amor insoportable.
Se sufre en la medida en que se ama decía Buda, el Iluminado.
Solo había una forma de acabar con todo eso.
Hasta que un día llegó a concebir su liberación, y en un acto de supremo amor incendia y destruye el templo.
Mía o de nadie, dicen las grandes pasiones posesivas.

De esta forma consigue su liberación de tanto amor y de tanto sufrimiento.

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