SAN MARCOS
DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Primero ingresé a Pontificia
Universidad Catolice del Perú a estudiar filosofía y a la Escuela Superior de Ciencias Físicas de la
Universidad Nacional Federico Villareal a estudia física superior.
Al año siguiente ingrese a
la Universidad nacional Mayor San Marcos
a estudiar Medicina.
Cuando mi padre me dijo: con
cual te quedas?, le conteste: con todas.
A las seis semanas de
ingresar fui elegido delegado de los
estudiantes por abrumadora mayoría. A partir de allí comencé una trayectoria que continua hasta el día de
hoy.
En verdad ya tenía algunos
antecedentes. Cuando era niño era el jefe de la pandilla de amigos, y en mi era escolar
dirigí un movimiento contra la Asociación Guadalupana y la Asociación de
Padres de Familia que todos los años nos estafaban con el cuento de la rifa del
collar de perlas para la construcción de la piscina olímpica guadalupana, obligando a los alumnos a comprar
varios boletos de la rifa, mientras que el tal collar nunca salía rifado y la
tal piscina nunca se construía.
Desde la primera semana fui
militante del FER (Frente Estudiantil Revolucionario) e incluso llegué a ser
el responsable de los grupos de choque del FER, andaba con revolver en
el bolsillo, cadena en la cintura y un enorme puñal. Esto se debía a que las
broncas con los búfalos apristas eran prácticamente diarias y los tales búfalos
andaban armados y todos los días masacraban estudiantes. Además había que
enfrentase a otros grupos de presuntos izquierdistas a los cuales despreciábamos,
los llamados troskos-revisionistas y sobre todo con las fuerzas represivas de la
dictadura militar. Era cosa de enfrentamientos diarios, eran las épocas del búfalo
Pacheco, que finalmente tuvo un triste final.
Llegue a ser dirigente del
Club de Artes Marciales de San Marcos, practicaba
lucha libre en el estadio nacional.
¿Cómo podía hace todo eso?.
Bueno era joven, bien alimentado y con las fuerzas que te dan la convicción de
que estás haciendo lo correcto.
En esas épocas se pretendió por parte de la dictadura, de privatizar San
Marcos y los sanmarquinos de mi generación no lo permitimos. La denominada
Marta Hildebrant (le pusimos el apodo de “la bruja amargada”, porque siempre
andaba amargada y hablando groserías, al final la expulsamos de San Marcos)
aseguraba que el pueblo era bruto y que cuando entraba la universidad bajaban
el nivel académico, y lo único que buscaba con ello era la
privatización de la universidad. Mi generación de sanmarquinos y de feristas
hicimos fracasar esos intentos. Nosotros los del FER defendimos los derechos
del pueblo en la universidad y los derechos de los estudiantes.
El delincuente Fujimori también
intentó privatizar San Marcos y tampoco lo dejamos. Ahora nuevamente
se intenta lo mismo.
Nunca en mi época de
estudiante, un rector se atrevió a llamar a la policía para que violara la
autonomía universitaria tal y cual ha hecho el actual rector Orestes Cachay, y
nunca un gobierno dio una ley para dirigir
todas y cada una de las universidades como la actual ley universitaria y
la SUNEDU. Ahora los gobiernos de turno dirán que se enseña y quienes ensañaran y cuáles serán y cuales no las
actividades universitarias. Lo quieren es convertir a San Marcos en un
perrito domesticado y cariñoso que duerme en la alfombrita tal y como señaló
como deseo para América Latina Kuczynski.
Mi generación de
Sanmarquinos y de feristas dejamos encendida
una antorcha, la antorcha de la revolución y la renovación, por una universidad democrática científica y popular,
estudiar y luchar por la liberación nacional y el socialismo.
Vamos sanmarquinos, no se
dejen, sigan luchando, nunca, nunca pero nunca
dejen que los conviertan en perrito domesticado durmiendo en una
alfombrita, tal y como desea el imperialismo y Kuczynski.
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