ROMA   2

MAXIMO GRILLLO ANNUNZIATA

El Perú tiene una inmensa deuda con la compañía de bomberos Roma  2, desde sus orígenes en 1866 hasta la fecha. Cuando se funda esta compañía de bomberos en el Perú, ya había otras dos, una en Paita fundada en 1860 y otra en el Callao, la  Unión Chalaca 1.La Roma  2 fue la primera compañía de bomberos en Lima, fue organizada  por la colonia italiana  asentada en el Perú, con su dinero y con su  gente.

Se formó  cuando el alcalde de Lima hizo un llamamiento a los extranjeros para enfrentar a la escuadra española en el  combate del 2 de Mayo. Y de esta forma se formaron la Roma, Francia y la Municipal Lima.

Por su desempeño les fue otorgado el local ubicado al costado de la inquisición y del senado  que ocupa hasta el día de hoy.

En esas épocas  estos bomberos eran los que socorrían a los damnificados de los siniestros.

Pero su principal sacrificio fue en la guerra con Chile.

Cuando Chorrillos ardían por sus cuatros costados,  y las bárbaras, salvajes  e incivilizadas tropas chilenas obedeciendo órdenes de sus oficiales saqueaban, incendiaban y violaban, los italianos de la Roma  2  acudieron presurosos a apagar los enormes  incendios  que destruían  Chorrillos.

La mañana del 14 de enero de 1881, un día después de la derrota peruana en la Batalla de San Juan, trece bomberos de nacionalidad italiana, pertenecientes a la Bomba Garibaldi de Chorrillos, fueron cobardemente asesinados por los criminales de guerra chilenos.

Los mártires italianos se encontraban combatiendo el fuego producido en Chorrillos por los bombardeos de los genocidas del sur. Las llamas consumían la tienda de su compatriota Queirolo, incendio que se había propagado a toda la manzana.

El primero en caer asesinado fue el bombero Giovanni Ognio a quien las cobardes bestias chilenas le partieron el cráneo con un golpe de sable. Cayó después el adolescente Luca Chiappe, acribillado a balazos por dos sargentos del Buín, quienes le dispararon todas las balas que tenían en sus fusiles. Los asesinatos chilenos continuaron con el degollamiento de los bomberos italianos Angelo Cipollini, Gio Batta Leonardi y Enrico Nerini. Obligados por la fuerza a arrojar la manguera que usaban para apagar el incendio, sufrieron los efectos del humo originado por la ruptura de la manga sobre el fuego. Asfixiados, se llevaron las manos a los ojos y no vieron los cuchillos corvos que los genocidas chilenos hundieron en sus gargantas.

Los criminales de guerra chilenos rodearon a los bomberos italianos sobrevivientes, se les arrojaron encima, destrozaron rabiosamente su equipo y, apuntándoles con los fusiles con las bayonetas caladas, los tomaron prisioneros. Los genocidas recogieron lo que quedaba del equipo de los bomberos y lo entregaron al coronel invasor Fuenzalida.

Los bomberos que quedaron cautivos de las bestias chilenas fueron Angelo Descalzi, Guiseppe Orengo, Egidio Valentini, Lorenzo Astrana, Paolo Marzano,

Paolo Risso, Giovanni Pale y Filippo Bargna. A pesar de haber reiterado que cumplían función como bomberos y que no portaban armas, fueron fusilados la mañana del 14 de enero del 1881, tras las puertas del antiguo Panteón de Chorrillos. Previamente, los ocho mártires italianos fueron torturados. Oficiales de caballería llegados de Monterrico, sin saber ni preguntar nada, los golpearon y luego los ataron a las colas de sus caballos, arrastrándolos frente al criminal de guerra Patricio Lynch.

Días después, los peruanos Adolfo Sánchez, Polo Menéndez y José Donaire desenterraron de entre los escombros y muladares los despojos de los trece mártires italianos. Los restos de los valerosos bomberos descansan hoy en el Cementerio de Surco.

Luego se dedicaron a saquear las bodegas de los italianos y a violar a las italianas, tras lo cual las asesinaban.

Así castigaron los chilenos a los italianos por haber mandado a sus bomberos de la Roma  2, a apagar los incendios en Chorrillos.

En las trincheras  murieron cerca de 200 italianos defendiendo Lima y por consiguiente al Perú.

Pero ahí no termino la salvajada. Lo primero que hicieron los chilenos salvajes  y barbaros al ocupar Lima, fue ir directamente al local de los bomberos de la Roma 2 y la destruyeron por completo incendiándola desde sus cimientos y a los que capturaron dentro del local los fusilaron.

La deuda del Perú con la Roma    2 es muy grande.

¿Como ha retribuido el pueblo peruano al sacrificio y  heroísmo de la Roma 2?

Con un 97% de llamadas de emergencias falsas.

El 97% de las llamadas de emergencias que recibe  la Roma 2 son falsas.

Quiere decir que este  es  un país de imbéciles. Porque para  hace algo así,  hay que ser muy imbécil.

Ese 97% de llamadas falsas es  una consecuencia de que el Perú, todos los años ocupa el último lugar del mundo en educación y según el informe PISA, también ocupa el último lugar del mundo en el coeficiente de inteligencia.

¿Hasta cuándo carajo va a durar esta situación?

Por respeto y gratitud a Alonso Salas,Raúl Sánchez, y a Eduardo Jiménez,los tres héroes ,espero que cese ese 97% de llamadas falsas.

Pero la deuda con los bomberos en general es muy grande en este país. Durante el gobierno de Morales Bermúdez se produjo un gran incendio en un edificio, imposible de controlar porque en el Perú no había ninguna escalera  telescópica. El Perú era el único país en América que no contaba con  una escalera telescópica, y en vez de que el estado comprara alguna, se organizó una colecta pública nacional y se  puso una gran alcancía en la municipalidad de Lima. Así son de irresponsable los gobiernos en este país.

Pues bien  la tal colecta de la noche a la mañana desapareció con alcancía y todo, y nunca se dijo a donde fue a parar el dinero, o sea la pendejada de siempre.

Pero cuando peor fue la cosa, fue, como era de esperarse durante el gobierno del delincuente convicto y confeso Alberto Fujimori, quien pretendió  PRIVATIZAR  a las compañías de bomberos, para convertirlos en una miserable negocios de cerdos fujimoristas.

Estoy convencido que el incendio de los almacenes del ministerio de salud ha sido intencional, para ocultar los robos. Yo me  he jubilado con 34 años de servicios como médico endocrinólogo del ministerio, y esos 34 años han sido 34 años de denuncias anuales de parte de la Federación Médica y del Colegio Médico de la corrupción y constantes robos. Y es que en el ministerio de salud, todos roban, desde  el ministro, el viceministro, los directores generales e incluso los simples jefes de las postas medicas del barrio.
Incluso ya en mi época de estudiante de medicina, ya se sabía de los robos y se denunciaban a cada rato.

Poco tiempo antes del retiro del gobierno de Morales Bermúdez, se produjo un incendio en un edificio del estado,  frente a la iglesia de San Pedro que si la memoria no me falla, era de mineroperu, en el cual murieron varias personas,  y el tal incendio fue intencional para ocultar los robos de la dictadura.