martes, 21 de junio de 2016

AGAMENON






COMENTARIO DE LIBROS

                AGAMENON
AUTOR ESQUILO


DR. Máximo Grillo Annunziata
Esa es una de las tragedias escritas por Esquilo y se refiere al final del desgraciado de Agamenón.
De  nada le sirvió los 10 años de guerra contra Troya, porque cuando regresaba de la guerra lleno de oro,  eslavos y concubinas prisioneras de guerra, simplemente su mujer y su amante Egisto lo mataron. Tanta ambición para terminar  de este modo.
Resulta que cuando llega a su reino, Clitemnestra su esposa lo recibe llega de alabanzas y palabras zalameras y demostraciones de amor y respeto, todo ello solo para ocultar sus intenciones de asesinato.
Ahora bien, el asesinato de Agamenón está totalmente justificado. En primer lugar, Clitemnestra fue prisionera de Agamenón, cuando este destruyó el reino del padre de Clitemnestra, matando a los padres, hermanos y  hermanas de Clitemnestra, violando a Clitemnestra masacrando al pueblo y esclavizando a los demás. Ahí se empezó a incubar el odio de Clitemnestra. Como era una mujer muy bella, Agamenón se casó con ella, y en parte lo hizo para reclamar  el reino destruido de la patria de esta mujer, alegando lazos matrimoniales.
Pero lo peor de todo fue cuando con engaños sacrificó a Ifigenia, “el parto más feliz que he tenido” según las palabras de la propia Clitemnestra.
Resulta que la cáfila de salteadores y depredadores griegos, ansiosos de botín gemían porque  no  había vientos favorables para  zarpar la flota hacia Troya muriéndose de hambre, por lo cual Agamenón ordenó que cazaran en el bosque sagrado de Artemisa (Diana, para los romanos).Pero en venganza  el sacerdote profetizó que solo habrían vientos favorables si Agamenón sacrificara a su hija, que tuvo con Clitemnestra. A pesar de los ruegos y llanto de la niña  Ifigenia, que según la misma tragedia escrita por Esquilo se abrazó  llorando a los pies del canalla de Agamenón  para que no la maten en sacrificio, lo que era exigido a gritos por la soldadesca de barbaros griegos ansiosos de botín, este maldito ordeno a sus sirvientes que la amarraran y la subieran al altar del sacrificio y para que no maldiga a Agamenón ni a los barbaros y salvajes griegos le pusieron un freno en la boca, al igual que a los caballos y la mataron. Clitemnestra nunca perdonó semejante villanía al desgraciado de Agamenón, y en su mente empezó a elaborar su venganza. En verdad Clitemnestra no tenía ningún motivo para amar al maldito, pero si para odiarlo con todas sus fuerzas. En complicidad con Egisto planea el asesinato y  recién bajado a tierra, en la piscina lo cubre con un peto para inmovilizarlo y le clava tres veces a espada  y mata a maldito, junto con Casandra, la desdichada prisionera de guerra y esclava troyana, hermana del cobarde secuestrador y violador Paris.
Pero quien era Egisto, el amante de  Clitemnestra?. Pues era hijo de Tiestes que fuera desterrado por Atreo el canalla padre de Agamenón. Cuando Tiestes le ruega que lo deje volver porque extrañaba a su familia, este tal Atreo se lo permite  y le invita a una cena para sellar la mistad según dijo, pero sin que Tiestes se diera cuanta le dio a comer en el banquete sus propios hijos, en  un sabroso sancochado. Egisto nunca perdonó semejante salvajada y juró vengarse, para ello enamoró a Clitemnestra y elucubró el asesinato.
Se han escrito muchos trabajos para interpretar esta obra de teatro de Esquilo. Para muchos los personajes de las tragedias griegas sobreviven porque son paradigmáticas, o sea representan  a los sentimientos, pasiones, la maldad y la bondad de los humanos.
En el episodio en el cual Clitemnestra recibe amorosamente a Agamenón, según algunos analistas, revela la perfidia de las mujeres, que tras años sin verte te reciben con abrazos y  besos para ocultar sus intenciones de asesinarte. Este tema de la mujer  que te enamora y te manifiesta cariño para matarte, es un tema repetitivo en la literatura universal y se encuentra en varias obras. Este fenómeno revela la incapacidad  de los varones de poder comprender el corazón femenino y los prejuicios culturales contra la mujer que han sobrevivido a través, no de los siglos, sino de los milenios. En el fondo revela el miedo de los hombres frente a la mujer.
Pero las mujeres no son  ángeles ni demonios, son solo mujeres con todas las virtudes y los   vicios de los humanos. Después de todo,  los hombres y las mujeres están hechos del mismo barro.
Cuál es el final de toda esta tragedia?. Esquilo en su otra obra titulada  “Las Coeforas”, refiere que Orestes el hijo del Maldito indeseable Agamenón, asesina a su madre Clitemnestra para vengar la muerte del canalla de Agamenón . Aleganado hacer justicia. En el fondo lo que busca Orestes es recuperar el reino y vivir en grande. Entiende las razones del padre pero no entiende las razones de la madre. Actuó de esta forma, porque le convenía. Es algo parecido a lo que hizo la denominada Keiko, que traicionó y abandonó a su madre Susana Higushi, torturada y prisionera en los sótanos del servicio de inteligencia , y lo hizo  por la codicia  del poder y  del dinero.
Pero el tiro le salió por la culata, porque las Erinias, lo maldijeron por matar a su madre, se convirtió en desterrado llevando una vida miserable y torturado por la conciencia.
Así les pasa los malos hijos.
Lo curiosos, es que a los griegos gustaban de las tragedias porque les producía  una catarsis, entendiéndose como catarsis una sensación de liberación, serenidad  y libertad, como la sensación que se presenta después de llorar copiosamente.
El que los griegos antiguos y quizás a los actuales también, buscaran la felicidad, la liberación y la tranquilidad observando las espantosas tragedias ajenas, revelan que los tales griegos son enfermos  mentales, ya que encontrar la felicidad a través de los  sufrimientos ajenos, hay que estar desquiciados.
Había pensado publicar un  comentario de cada  una de las tragedias griegas, pero la verdad, no se aprende mucho observando el sufrimiento absurdo, y no creo que produzcan liberación, serenidad ni felicidad alguna, así que para tragedias basta ya.




No hay comentarios:

Publicar un comentario