sábado, 11 de junio de 2016

A FAVOR DEL ODIO



 A FAVOR DEL ODIO

DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA

Cuando era adolescente hice un tremendo descubrimiento, que alteró para siempre la percepción que tenía sobre las palabras y los valores.
Veía que por todas partes se hablaba a favor del amor, del perdón, de la reconciliación, de la paz y se rechazaba al odio y la venganza.
En  un comienzo, en mi mentalidad de adolescente me parecían propuestas nobles; hasta que de repente me dí cuenta que quienes hablaban del perdón, de la reconciliación eran los canallas y los criminales, que lo  único que buscaban era escapar de la justicia y de la venganza  de sus víctimas. Buscaban impunidad, eso era todo. La segunda parte de mi descubrimiento  fue  descubrir la importancia del odio.
Si querías amar la sabiduría, primero tenías que  odiar a la ignorancia, si querías amar la verdad, primero tenías que odiar la mentira, si querías amar el coraje primero tenías que odiar a la cobardía, si querías amar la inteligencia, primero tenías que odiar a la  imbecilidad, si querías amar la  honradez primero tenías  que odiar la deshonestidad, si querías amar a la lealtad, primero tenías que odiar a la traición, si querías amar a la perfección ,primero tenías que odiar a imperfección, si querías amar a las virtudes, primero tenías que odiar a los vicios y a las depravaciones.
El odio era la base de todo y era la madre  de todas las virtudes.
A los 13 años leí un antiguo proverbio chino que decía: “El perdón es la madre del error y de los crímenes, si existe el error  y los crímenes, es porque existe el perdón”,  lo que terminó por convencerme.
El perdón era un concepto antagónico al concepto de justicia. Los culpables deben de pagar.
Aprendí a odiar todo aquello que consideraba  como culpable del daño y el sufrimiento de los humanos y  me cerré a no perdonar a los culpables: los culpables deben de pagar por lo que han hecho.
Esta regla de oro me convirtió en un enemigo acérrimo de los viciosos y depravados, de los traidores, de los cobardes, de los ignorantes y de los imbéciles.
Me dí cuenta de la importancia del odio, y de que este era una poderosa herramienta de lucha contra todo mal y pecado, que era la principal herramienta para alcanzar la perfección y la justicia, que el odio era la base de toda virtud.
Por eso hay que odiar intensamente, si es que quieres alcanzar la perfección y la justicia.
Por eso mismo tienes que odiar intensamente  al fujikeikomontesinismo, porque ellos representan todo lo que de malo y pérfido puede habitar en los humanos, porque representar el vicio, la mentira la  ignorancia, la traición, la cobardía, la crueldad, el tráfico de drogas, las torturas, las fosas comunes, la traición la propia madre, el abuso, el crimen, el robo y todo tipo de maldades y corrupciones  y vicios.







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