martes, 2 de mayo de 2017

TETEANDO




               
                                     TETEANDO

DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA

Este es otro de los capítulos  de mis “ memorias de un estudiante agitador”  que se quedaron en el tintero pero que aquí lo publico. Para los interesados, el libro de mis memorias lo he publicado  íntegramente en mi blog,  y lo he publicado en 7 partes seguidas por que el blog no permite publicar el libro completo. En esta nueva edición (edición virtual) he añadido 8 capítulos que no aparecen  en la edición impresa. Se puede ubicar en  mi blog que es el siguiente: maximogrilloa.bolgspot.com
Cuando era estudiante de medicina, siempre nuestros profesores nos enviaban al servicio de emergencia bajo el argumento de que era  la mejor forma de aprender: “La medicina se aprende junto al paciente y no en los libros solamente”, nos decían, pero nosotros sospechábamos que de lo que se trataba  era  que nos enviaban a nosotros para librarse del trabajo de las  emergencias.
Laura, ese nombre le pondremos era una paciente asidua al servicio de emergencias. Siempre quejándose de diversas enfermedades, pero  después de exámenes, laboratorios y radiografías, nunca se le encontraba ninguna dolencia, por lo cual la teníamos calificada como  hipocondriaca.
Los hipocondriacos son personas que piensan y sienten que tienen todas la enfermedades, pero nunca tienen nada, apenas leen algo  sobre alguna enfermedad, de inmediato empiezan a sentir los síntomas. Es  una alteración psicológica propia de personas sujetas a grandes dosis de estrés.
Laura era una de ellas.
Un día yo estaba de guardia en emergencia cuando apareció Laura:
-Laura, otra vez por aquí? Que tienes ahora?
-Doctor  Grillo, estoy mal, muy mal, me muero, me voy a morir, estoy segura, de esta no vuelvo.
-Tranquila Laura, que es lo que tienes, que sientes?
Se puso la mano sobre el pecho:
-aquí, aquí doctor me duele mucho, creo…creo…creo que es  un infarto, no puedo… no puedo… respirar, ay ay, ay.
-Laura, abre tu bruza, voy a ver cómo está tu corazón.
Abrió su blusa y como no usaba sostén aparecieron dos grandes y hermosos senos.
-Aquí, aquí es donde me duele.
Con el estetoscopio examiné su corazón.
-Laura, tu corazón está bien, su frecuencia es normal, tu  presión arterial es normal, no hay arritmia ni ruidos sobre agregados. Sin embargo en oportunidades los problemas de isquemia cardiaca, o sea mala  irrigación coronaria no se captan con el estetoscopio, por lo cual sácate un electrocardiograma y veremos si tienes alguna alteración en el corazón, sácate de una vez el electrocardiograma para tu tranquilidad y la mía también.
Laura me fijó la mirada  con una gran nostalgia, suspiro profunda  y largamente.
Lentamente se abrochó la blusa mientras me miraba con sus ojos nostálgicos.
-Ahora mismo doctor.
Se bajó de la camilla y acompañada de la auxiliar de enfermería que estaba de guardia junto conmigo salió de la sala de examen.
La auxiliar me contó lo sucedido. Laura la miró y le dijo:
-El doctor Grillo es muy guapo, pero es un huevón. Le muestro las tetas y lo único que se le ocurre es mandarme a sacarme un electrocardiograma.
 Y muy molesta se fue del hospital, no se sacó ningún electrocardiograma ni regresó a continuar la consulta.
La conclusión a la que llegué, es que el problema de Laura no estaba en su corazón, sin en otra parte de su cuerpo, un poco más abajo.







1 comentario: