martes, 3 de enero de 2017

EL BIBLIOMANO Y LA QUEMA DE LIBROS






EL BIBLIOMANO Y LA QUEMA DE LIBROS


DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA

Este es otro de los capítulos de mis memorias de estudiante que se quedaron en el tintero.
Pero será para la segunda edición.
 A  Juanito lo conocí cuando ambos militábamos en el FER (Frente Estudiantil Revolucionario), pero había otra cosa que también compartíamos: ambos éramos lectores compulsivos.
Muchas veces fuimos juntos comprar libros  viejos y al alcance de nuestros bolsillos al jirón  Azángaro o a ferias de libros. Juanito, con sus propinas de estudiante pobre, y  privándose del almuerzo de algunos días, se compraba libros.
A Juanito le gustaba visitar mi biblioteca que tenía en casa, porque yo tuve la enorme suerte de criarme en  una casa donde teníamos una solvente biblioteca. Tener  una biblioteca privada es una enorme ventaja en el Perú, país donde los libros son los más caros de toda Sudamérica, y en el cual la población no lee. Según la Cámara del Libro del Perú, en este país la población lee menos de  un libro al año. Si a eso se añade que el 90% de los peruanos no comprenden lo que leen, se completa  una situación verdaderamente trágica.
Para comprender por qué se ha llegado a esta situación, debemos de saber que desde la rebelión de Tupac Amaru, en el Perú siempre se ha sostenido que  indio ilustrado , es  indio rebelde y si quieres evitar que la indiada se te rebele, debes de mantenerla en la más grande ignorancia, que sigan creyendo en los pistacos y en el chamán del norte y se queden ahí; a través de todo el siglo XX, en el Perú se ha sostenido , que la ciencia produce ateos, que los ateos se vuelven comunistas, y que los comunistas arman sindicatos, huelgas, paros, guerrillas y terrorismo. Y si quieres evitar  los sindicatos, las huelgas y las guerrillas, entonces no debe de haber ciencia alguna. Eso explica porque el Perú ocupa el último lugar del mundo en educación y en el coeficiente de inteligencia.
Modesto Montoya, nuestro principal científico nuclear, en un artículo  afirma que mientras en los Estados Unidos se gastan 1500 dólares per cápita (por cabeza) en investigación en ciencias y tecnología, en el Brasil se gastan 60 dólares, en Argentina 30 dólares per cápita, en Chile 25 dólares per cápita, y en el Perú 3 dólares con veinte centavos.
Mis padres eran intelectuales e incentivaron  mi afición por leer, y mi madre cada vez que viajaba a su país de regreso, se traía una montaña de libros, libros que en el Perú no se encontraban ni en las librerías ni en las bibliotecas, e incluso estaban prohibidos por la ley.
Ya en el primer gobierno de Belaunde, su ministro Alva Orlandini llevó a cabo una quema de libros. Pero la mayor quema de libros fue la realizada por Fujimori, que destruyó bibliotecas completas, tanto públicas, como las de las universidades, como las bibliotecas  particulares.
Mis padres pusieron especial énfasis en desarrollarme una feroz conciencia crítica, que me dura hasta el día de hoy.
Este hecho explica porque pude estudiar en más de  una universidad al mismo tiempo. Nunca iba a clases y estudiaba solo en mi biblioteca. Estudiando  en más de una universidad, el 70% de  mi tiempo en la universidad estaba dedicado al activismo universitario, fui dirigente del club de artes marciales de San Marcos,   y en un tiempo entrenaba en la Federación nacional de lucha libre en el estadio nacional.
Estuve en todas las asambleas, las broncas, las peleas y las movilizaciones.
Jamás me amanecí estudiando, y solo una vez, hasta donde recuerdo  hice el intento de estudiar en grupo. Para ello fuimos a la casa de Pedro García Toledo, que es el único campeón mundial universitario de ajedrez que tenemos, miembro del coro filarmónico de Lima y considerado el segundo mejor atleta de la facultad de medicina. Todo un tipazo.
El primer  mejor atleta de la Facultad de Medicina era Dante Yorges Villasante, que posteriormente se dedicó a la política y fue secretario general del UDP.
A veces íbamos a ver entrenar a Dante. Daba varios vueltas alrededor de la cancha del gimnasio de San Marcos dando saltos de rana cargando sobre sus hombros una barra con pesas de 80 kilos. Toda una proeza y que rebela una enorme fuerza física. Tenía unas enormes manos de estrangulador, y una vez en una pelea  colectiva en un partido de fulbito  entre facultades, el solo le dio  una paliza al equipo contrario e incluso a toda la barra del equipo contrario.
El asunto fue que la mamá de Pedro García nos trataba como si fuéramos sus hijos, y al verme dormido sobre el sofá dijo:
-Pobre Grillito-
Y me puso  una frazada encima. A las 7 de la  mañana los muchachos me despertaron
-Grillo, GRILLOOOOO DESPIERTAAAA
-¿Qué pasa, que ocurre?
-Tenemos que ir a dar el examen
-¿Cuál examen?
A pesar de ello fui uno del 5% de la promoción que aprobó el examen, más encima con nota alta.
Nunca más hice el intento de estudiar en grupo.
Juan  tenía como  un objetivo, llegar a poseer  una biblioteca propia, y con el tiempo lo logró.
Es por eso, que se le produjo una angustia enorme   cuando Fujimori ordenó intervenir militarmente las universidades. En la ciudad universitaria de San Marcos, establecieron un cuartel, en el segundo piso del comedor universitario. Los militares consumían los víveres del comedor de estudiantes y dejaban al hambre a los estudiantes, con la complicidad de las autoridades.
Incluso se produjeron robos, asaltos y violaciones por parte de los militares acantonados en la universidad. En la facultad de medicina se estableció, también por orden de Fujimori otro cuartel, allí se robaron los microscopios,  instrumentos médicos, y lo peor de todo saquearon las bibliotecas  de todas las facultades. Miles de libros fueron extraídos de las facultades y los libros fueron quemados. Todo ello por orden de Fujimori.
Los militares fueron con listas de libros  que buscaron y destruyeron. Saquearon las facultadas robándose computadoras y todo lo que ´pudieron .No solo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América, sino que  lo mismo hicieron en la Universidad De la Cantuta, en la Universidad de Ingeniería, y en las universidades de provincias.
Las bibliotecas de las facultades de química fueron totalmente destruidas y todos los estudiantes de la facultad de química fueron fichados, alegando que por ser estudiantes de química podrían fabricar bombas para los subversivos, todo eso por orden de Fujimori.
Se llegó tales extremos, que el rector de San Marcos se vió en la necesidad de publicar una denuncia en  los periódicos.
Cuando Juan llegó a la universidad y vio que los militares estaban sacando los libros de las bibliotecas, se interpuso:
-Oigan, dejen esos libros ¿adónde los llevan?
-Calla concha de tu madre, vamos quemar todas estas huevadas.
O sea para los  fujimoristas  los libros son huevadas.
Luchó a golpes contra los militares tratando de impedir el saqueo y destrucción de los libros, ante la presencia de los estudiantes, los cuales protestaron, siendo apaleados por los militares fujimoristas, mientras cargaban los libros en camiones.
Juan fue detenido, salvajemente torturado, fueron a su casa, donde descubrieron su biblioteca, que con tanto esfuerzo había  creado. Su biblioteca fue saqueada por los militares fujimoristas, quienes se llevaron todos sus libros y delante suyo los quemaron mientras lo golpeaban.
En esas épocas yo era catedrático y enseñaba en San Marcos, los cursos de Geopolítica General y  los cursos de Análisis Geopolítico 1 y 2.Fui testigo  presencial de cómo  se detenían a los estudiantes en plena ciudad universitaria, les registraban las mochilas y les incautaban los libros, y muchas veces me enfrenté a los militares y policías impidiendo los robos, no sentía miedo, pero no llegaron a matarme, sus intentos siempre fracasaron.
Todo eso hizo Fujimori.
Tras esos  episodios, juan, maltrecho, fue a buscarme, a pedirme si tenía algunos libros que me sobraran para volver a armar su biblioteca, empezando desde cero.
Para eso momentos fui informados por conocidos que los sanmarquinos tenían  infiltrados en todas partes,  de que  gobierno fujimorista, había decidido destruir mi biblioteca de más de 5000 libros (todos leídos, porque yo no tengo los libros de adorno).
Desesperado empecé a esconder mis libros llegando incluso a enterrarlos en  domicilios de algunos amigos de confianza.
Por los mismo amigos infiltrados me enteré de que los servicios de inteligencia del fujimorismo habían detectado donde había escondido algunos de mis libros y se preparaban para  incautar los volúmenes para destruirlos.
Afortunadamente a los pocos días la bestia ignorante de Fujimori abandonó el gobierno y mi biblioteca se salvó.
Es por eso que cuando parecía que la denominada Keiko parecía que podía ganar las elecciones, en lo primero que pensé fue de nuevo en cómo salvar mi biblioteca, y como las variantes se habían disminuido, y que además podrían rastrear de nuevo los escondites de los libros, pensé en enviarla los libros al extranjero, de forma de donarlos a alguna institución o persona en el extranjero. De forma de que si alguien se interesa en mi biblioteca en el extranjero se comunique conmigo, se la obsequio. Espero que no sea necesario, y que la denominada keiko nunca llegue al poder.




No hay comentarios:

Publicar un comentario