jueves, 8 de diciembre de 2016

LOS RETARDADOS Y LOS DEPRAVADOS TAMBIÉN OPINAN (IDIOTECES)








LOS RETARDADOS Y LOS DEPRAVADOS TAMBIÉN OPINAN (IDIOTECES)


DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA

El denominado Kenji, el mismo repelente sujeto que aparece en un vídeo visto por todo el Perú en el cual aparece en actividades sexuales con su perro, y que además parece en otro vídeo también visto por todo el Perú,  donde aparece vestido de mujercita, dando pasitos de mariconcito, o sea travesti, ha publicado un artículo en el diario El Correo el 05/12/2016, en el cual  aconseja sembrar en los andes, grandes cantidades de pinos, afirmando que estos árboles producen lluvia, o sea una nueva versión de la danza de la lluvia y que con ello los campesinos andinos (y él por supuesto) se hallan millonarios y podrán invertir en las AFP.
Lo que no dice este sujeto, es que su planteamiento obedece a salvar de la ruina a la industria maderera japonesa.
Lo que ha ocurrido, es que Japón ha arrasado con todos los bosques del mundo y ya no tiene de donde sacar más madera, entrando en crisis.
Para comprender lo que eso significa, tenemos que estudiar  lo que pasó con los bosques del sur de Chile en la llamada región de los lagos, depredados por los  japoneses.
Cuando en el año de 1999, viajé por tierra, desde Puerto Varas hasta Puerto Montt observé enormes extensiones de tocones, donde se habían talado los pinos y otros  árboles, y junto a esos tocones se observaban cerros de troncos de árboles talados y apilados, listos a ser embarcados. Estos árboles luego eran llevados al Japón en los barcos que los chilenos llamaban barcos chiperos, que se llevaban la madera al Japón.
¿Qué paso luego?. Muy sencillo. Cuando llegó la época de las lluvias, estas, por la falta de los pinos, se llevaron la tierra fértil a los ríos, y los ríos se la llevaron al mar, y el mar la devolvió en forma de dunas de arena totalmente estériles en las cuales no crecen ni cucarachas, y los tocones que quedaron como mudos testigos del salvajismo y depredación, simplemente se secaron.
Los enormes y bellos bosques del sur de Chile, han sido reemplazados por  un desierto, y la costa de Chile, cuya vegetación llegaba hasta la orilla del mar, ahora están ocupadas por dunas de arena improductivas.
Según los mismos chilenos recuperar estas tierras, así como los terrenos invadidos por la arena TOMARA CUANDO MENOS 200 (DOSCIENTOS) AÑOS, Y ESO, SIEMPRE Y CUANDO SE INVIERTAN GRANDES CAPITALES PARA RECUPERAR LA FERTILIDAD DE ESAS TIERRAS.
¿Pero quién invierte para recuperar su capital dentro de doscientos años?.
Ese es el destino que ha planificado el denominado Kenji, para los andes peruanos. Lo hace para salvar a la industria japonesa de la madera, y además, de esta forma cumple con los brillantes  planes geopolíticos del general Tojo, de colonizar al Perú.
Pero también lo hace por codicia y ambición. No le importa la destrucción de la ecología en los andes, convertir a los andes en un desierto mientras él hace millones como afirma en su artículo, porque es seguro que sueña con ser accionista de esas empresas madereras japonesas que quieren depredar los andes. Sueña con destruir al Perú para llenarse de dinero, tal y cual hizo su padre.
Según el procurador de la república, Alberto Fujimori se robó 6 mil millones de dólares durante su gobierno.
A lo cual hay que añadir que sus tíos están pedidos por la justicia por robarse las donaciones de los japoneses, y ahora el Kenji quiere destruir los andes, y la denominada Keiko, según  Jaime Antezana, ha puesto 14 narcotraficantes en el congreso de la república. En otras palabras la familia Fujimori son una plaga, que solo sabe hacer daños y robar.
Son una peste odiosa y peligrosa, sin ningún tipo de identificación con el pueblo peruano, al cual solo ve como sus servidores  para su ambiciones. Carecen por completo  de honradez, de honestidad y de lealtad.
Son la maldición que Dios envió al Perú, para que pague  por sus pecados.

Francamente hay que rociarles DDT, porque si le echamos agua bendita, se convertirán en polvo, al igual que Drácula.

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