viernes, 27 de enero de 2017







PELEANDO POR EL CALZÓN


DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA

Este es otro de los capítulos de mi libro autobiográfico titulado “Memorias de estudiante agitador” que se quedó en el tintero. Pero que aquí lo pongo y formará parte de la segunda edición de mis memorias.

Cuando era estudiante de medicina, generalmente rotábamos en varios hospitales para completar nuestra formación, y como de costumbre era el eterno delegado de los estudiantes.
Se esta forma  nos enviaron a un hospital de Lima, que le pusimos el nombre del Hospital Rosa, por los peculiares episodios que allí tuvimos que enfrentar.
En el grupo al cual yo pertenecía, le tocó estar bajo las enseñanzas y dirección de una doctora, que nosotros le pusimos el apodo de “Calurosa” por su partícular personalidad.
En el inicio Carulosa se me mandó:
-Grillito, porque  no vas a  mi consultorio privado para que te entrenes mejor que  lo que puedes lograr en este hospital
-Profesora, le agradezca su preocupación y gentileza. En cuanto  tenga disposición de tiempo nos comunicamos.
Todos los muchachos y a estábamos avisados de las costumbres de Calurosa.
Como nunca iba a su consultorio, presuntamente por falta de tiempo, ensayó otros métodos.
-Grillito, un paciente que es marino mercante me ha traído un cartón de cigarros americanos, porqué no vas a mi consultorio y te los regalo.
-Gracia profesora, pero yo no fumo ni consumo drogas
-Ahhh
A  los pocos días:
-Grillito  una  paciente me ha regalado unos vinos chilenos, anda a mi consultorio y te doy unas botellas, me ha regalado varias, más de las que puedo tomar.
-Gracias profesora pero  yo soy abstemio total, no consumo bebidas alcohólica ni fermentadas, no tomo café ni consumo azúcar.
-Ahh
En vista de esa situación, decido jugarse una última carta.
-Grillito, creo que tienes que ir a entrenarte a mi consultorio, porque no estás bien en el curso y así no podré aprobarte.
-Pero profesora, ¿Por qué? si yo estoy bien
-Sí, tu estás bien y muy bien, pero no en el curso
-Profesora si usted me desaprueba en forma tan injusta, las masas estudiantiles pensaran que recibe órdenes del imperialismo y de la dictadura militar. Y usted sabe que las masas son vengativas y crueles.
-Pe… pe… pero tu Grillito no dejaras que me hagan daño, verdad?
-Por favor profesora, usted sabe bien el aprecio y cariño que le  tengo, nunca dejaré que nadie le haga daño.
No se atrevió a desaprobarme.
Envista de que conmigo no le resultó se mandó por otro estudiante al cual le pondremos el nombre de Juaneco.
Resulta que Juaneco era un estudiante provinciano y muy, pobre, arribista, al cual le costaba mucho sacrificio el estudiar medicina y vio en Calurosa una solución a sus problemas.
De esta forma Calurosa lo vestía, le compraba ropa y le daba dinero.
El problema estalla cuando Juaneco trataba de afanar a otra estudiante de  medicina de otra universidad y que  hacia sus prácticas en la misma sala que nosotros, a  la cual le podremos el nombre Sísifo.
Pero no era el único, sino que unos de los médicos profesores, de esa sala del hospital también iba carreteando a la misma estudiante. A dicho profesor le pusimos el apodo de Cara de Sapo, porque parecía un sapo.
Como era de esperarse, Sísifo se decidió por Juaneco, situación que Cara de Sapo  no estaba dispuesto a tolerar.

De esta forma  un buen día se enfrentó a Juaneco:
-Señor estudiante Juaneco, la formación de  un médico comienza desde que es  un estudiante. La formación moral del estudiante es la base de la moral de profesional médico. No es moral que un estudiante que pretende ser  un médico ande enamorando a sus compañeras de estudio, alterando y obstaculizando su formación. O usted cambia de actitud  o me veré en la situación de desaprobarlo y pediré su expulsión de la facultad.
-Mire profesor, aquí vamos a hablar no de alumno a profesor, sino de hombre a  hombre. No me tome por un huevón. Lo que pasa  es que usted anda afanando a Sisifo y le invita a salir y a cenar, pero Sísifo me ha elegido a mí, porque usted es un viejo de mierda feo. ¿Está claro? y podemos resolver este problema en el campo que quiera.
Se armó un escándalo .Gritos, insultos, amenazas y por poco no se agarran a golpes.
-Cara de Sapo sentencio:
-Sera expulsado y no aprobara el curso.
Como yo era el delegado de los estudiantes, Juaneco fue a presentarme su queja.
Fui a hablar con el jefe de los profesores:
-Profesor disculpe que lo interrumpa, pero se ha presentado un grave problema y los estudiantes me han pedido que intervenga.
-Que Grillo, ¿estas preparando otra huelga de estudiantes?, ya pues Grillo no  jodas.
-No es eso profesor, sino que se ha presentado un  escándalo y una pelea entre el profesor Cara de Sapo y el estudiante Juaneco y casi se traban a golpes. Lo que sucede profesor es que ambos se disputan el control, el manejo y el manipuleo del calzón de la estudiante Sísifo.
-Carajo, toda la vida la misma huevada. Con cada nuevo grupo de estudiantes que llega con las rotaciones los profesores compiten en quien se tira primero a las estudiantes. Ya me tienen harto los escándalos y chismes.
-Profesor, sería bueno que usted como jefe de los profesores hable con Cara de Sapo y le haga comprender que por motivos personales no se puede desaprobar a un estudiante y a amenazar con expulsar  a un estudiante, el profesor en cuestión debe de aprender a manejar sus asuntos personales y no confundir las situaciones.
-¿Qué puedo hacer con estos pendejos que se han acostumbrado a  perseguir a las estudiantes?.
-No falta quienes persiguen a los estudiantes
-Si pero los pendejos de los muchachos no se quejan, en el ciclo pasado una estudiante se agarró a golpes con la profesora Calurosa acusándola de perseguir a su enamorado.
Finalmente tanto Juaneco como Sísifo fueron enviados a otra sala  para terminar con el conflicto y el jefe de los profesores llamó a  una reunión a los profesores advirtiéndoles que se corría el peligro de que la sede fuera anulada  por la queja  de los  estudiantes y ellos perderían sus puestos como catedráticos de medicina.
Yo era delegado de los estudiantes para defender los derechos de los estudiantes y los derechos del pueblo en la universidad,  y no para estar resolviendo problemas de calzones y braguetas, que para mí eran un escándalo.
La conclusión final que saque de los problemas de Calurosa, Juaneco, Sísifo y Cara de Sapo, fue que estas historias se debían a la  decadencia moral y conceptual  del sistema y de las clases  sociales que se movían en torno a la  facultad y los hospitales.
Si, ya sé que adivinaron, Cara de Sapo era un profesor aprista y que terminó siendo dirigente fujimorista.
O sea, toda su perra vida fue una pobre mierda.

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