Esta publicación es extraída
de un capitulo del libro del Dr. Maximo Grillo Annunziata, que lleva por titulo
“Memorias de un Estudiante Agitador”.
EL DIABLO VISTE LA MODA, USA CALZÓN Y REGALA BIBLIAS: LA PASTORA
Aquí en el Perú, las
iglesias evangélicas son una verdadera plaga. Todos lo días salen las noticias
de pastor viola feligresa, pastor mata a rival, pastor se roba el dinero,
pastor jefe de banda de narcotraficantes, pastor asaltante de banco, pastor asesina etc etc.
Ya me tienen harto con eso.
De que hay evangelistas
honestos, los hay , pero son tan pocos , tan reducidos, que nadie los conoce.
No hace muchos días salió la noticia y el video en la
televisión de que el pastor de una
iglesia, “Pare de Sufrir” (así se llama la iglesia) un brasileño avispado, mostraba su casa en la que tenia grifos de oro en el baño, y
afirmaba que esa por voluntad de Dios que le premiaba por su labor evangélica. Es
el colmo.
Una vez al ir comprar en el
emporio comercial de Gamarra, observe que en un local funcionaba una iglesia evangélica
y que mientras el pastor parado en plena calle predicaba, la tal iglesia estaba
vacía.
Le comenté al vendedor a
quien le compré unos polos:
-La iglesia está vacía,
porque?
-El pastor le ha robado sus
ahorros a varios compañeros comerciantes, y nadie cree en él.
Y con el cuento de que el
Diablo los tentó, resuelven y justifican todas sus pendejadas.
Lo que ocurre, es que los
avivatos extranjeros y peruanos se han dado cuenta que la población
peruana es ingenua, con escasa cultura y sin ningún pensamiento
científico, dispuesta a creer cualquier
cosa y además supersticiosa y que aquí
se pueden hacer su gran negocio.
Pero hay mucho mas, las iglesias evangélicas en el
Perú son sucursales de las iglesias evangélicas de los Estados Unidos, que es lugar
donde se encuentra las metrópolis de estas iglesias.
Las tales iglesias evangélicas son la base social del partido Republicano de
los Estados Unidos y obedecen sus mandatos. Es por eso que aquí en el Perú las
iglesias evangélicas apoyan la invasión a Afganistán e Irak y todas las
inversiones y agresiones del imperio. Simplemente cumplen órdenes.
El caso más emblemático es
el de Humberto Lay actual miembro del Congreso Nacional.
Resulta que este tal
Humberto Lay, tras una reunión de las iglesias evangélicas, cumpliendo indicaciones de las metrópolis norteamericanas,
fúndaron un partido político y lanzaron la candidatura presidencial de Humberto Lay.
En plena campaña electoral,
el Comité Ejecutivo de su partido evangélico, llamó a una conferencia de prensa e informó que
Humberto Lay, su candidato a la
presidencia de la República, era expulsado del partido por ladrón. Se había
robado según dijeron, el dinero de la campaña
y las computadoras. Un típico pastor.
Pero eso no fue todo, la
iglesia evangélica a la cual pertenecía
Humberto Lay, y de la cual también era
miembro de consejo directivo, llamó también a una conferencia de prensa
y público un documento en el cual notificaba que expulsaban de la iglesia a
Humberto Lay, por ladrón. Según dijeron se había afanado el dinero de Jesús y
los Santos Apóstoles.
O sea el Diablo vendiendo
cruces.
Estaba maldito por Dios y
por su partido.
Pero lo más curioso, es que el partido político de los
evangelistas, pocos días después comunicó que a pesar de haberlo expulsado por ladrón, igual iban a votar por él para
presidente.
¿Cómo se explica semejante
estupidez?.
Muy sencillo, eran las
órdenes de las iglesias evangélicas
norteamericanas. Humberto Lay era su candidato.
Son cosas que solo pasan en
el Perú.
Pero lo más asombroso fue lo
que pasó posteriormente.
Resulta que en las
elecciones del 2011, Humberto Lay fue elegido congresista del Perú, con los
votos de los evangelistas. ¿Y qué creen?. Como congresista de la república,
¡FUE ELEGIDO PRESIDENTE DEL COMITÉ DE
ETICA DEL CONGRESO DE LA REPUBLICA DEL PERU¡.
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Ya pues, no sean malos, no
me hagan reír tanto.
Son cosas que solo pasan en el
Perú.
Pues bien esta es la
historia de La Pastora.
Resulta que a una de las camas
de la sala Julian Arce del Hospital 2 de Mayo llegó un paciente evangelista con
un cuadro de infección severa. Cuando fui a pasarle visita lo acompañaba una
sobrina, que pertenecía a la misma iglesia evangélica y que mas encima era
pastora de la iglesia.
Cuando me vio, me clavó la
mirada:
-Dios lo bendiga, hermano
-Ah?, que ?, gracias ,
muchas gracias por sus deseos.
-Soy Susana sobrina de su
paciente
-Va bien, se recuperará
-Dios misericordioso la
guarde doctor. Él, el todopoderoso le ha dado el poder de curar, es un elegido
del señor.
Acto seguido me regaló unas
imágenes de su iglesia.
Al día siguiente, la sobrina
evangélica estaba al pie de la cama del paciente.
-Dios lo bendiga hermano
-Gracias, como se siente
el hombre?.
-Mucho mejor, hermano Dios
nos ampara. Tome hermano es para usted.
Se trataba de una Biblia
-Gracias, la leeré
La pastora no sabía que a
los 12 años de edad, sin influencia de nadie y solo por las lecturas que había tenido
y las reflexione, me volví ateo absoluto. A esa edad me estudie la Biblia de
cabo a rabo con el objetivo de contradecirla en
todos sus puntos. Me sabía la Biblia de memoria.
Al día siguiente, Susana me
esperaba con un monton de folletos de su iglesia
-Dios lo bendiga. Puedo
hablar contigo?
Me llamó la atención el
nuevo trato que me daba, muy familiar.
-Claro
-¿Te puedo llamar Maximo?
-Si, claro
-Maximo has sentido el
llamado del Señor?.Porque elegir ayudar al prójimo, es una virtud que solo se adquiere cuando se
escucha la llamada del Señor. He visto como atiendes a los pacientes. Eres
diferente a los demás
-Es responsabilidad
solamente.
-No. Eres diferente, veo que
sufres por tus pacientes. Sabes más que los demás. Eres un elegido del señor.
Tienes que venir a mi iglesia. Siento el llamado que el señor te hace.
La muchacha tenia buen
corazón, todas las mañanas se acercaba a las camas de los demás pacientes, los
consolaba con sus palabras, ayudaba a las enfermeras, ayudaba a lavar a los
pacientes ,les regalaba estampitas y biblias.
-Dios es misericordioso y
perdona los pecados, acércate a Dios y te bendecirá. No temas Maximo Él
perdonará tus pecados.
-Un momento, yo no soy
ningún pecador. No tengo pecados.
-El hombre nace en pecado
-Susana, yo no tengo
debilidades, ni vicios ni pecados. Nunca me equivoco, siempre tengo razón y
siempre lo se todo. Está claro?.
-Solo Dios nunca se equivoca
y solo Dios lo sabe todo.
-Entonces soy una nueva
versión de Dios, no crees?
Susana se quedó con la boca
abierta del asombro. Nunca esperó tan audaz respuesta.
-La soberbia es un pecado.
-No es soberbia, es la
verdad. El día que yo me equivoque, te vas a la
iglesia a rezar, porque quiere decir que el fin del Mundo está cerca.
-Susana, yo me puedo dar el
lujo de repetir las palabras de Jesús “Quien me puede acusar de pecado”?. O
también las palabras del fariseo hipócrita “gracias te doy Señor por no ser como estos publicanos, que no han leído
las cinco tesis filosóficas del presidente Mao, no saben astrofísica ni
medicina ni filosofía, ni robótica, no tienen mis conocimientos ni mi
inteligencia”.
-Nunca he visto tanta soberbia.
Pero en el fondo eres noble Máximo, pero equivocado. Eso es porque no quieres
escuchar las palabras del Señor. Abre tu corazón a Dios. El te puede cambiar, El
te salvará. La humildad es propia de los
grandes hombres y de los santos. Jesús es el humilde cordero del Padre que vino
a salvar a los hombres de la soberbia del pecado. Máximo, la soberbia es uno de
los peores pecados, la soberbia aleja al hombre de Dios. La soberbia fue el
pecado de Lucifer, lo que lo convirtió en un rebelde.
-Yo no soy un santo, y no puedo aceptar que el que se rebela
contra la injusticia sea un agente del Diablo.
-La santidad está al alcance
de todo aquel que escucha el llamado del Señor.
-Confucio decía “como es difícil
ser un santo, busquemos ser sabios”. Prefiero la sabiduría.
-Aquel que es capaz de tener
clemencia por los enfermos que sufren está en el camino de la santidad.
La verdad, es que me estaba
divirtiendo de sus creencias, pero sentía respeto por la mujer, en sus creencia
era honesta.
Pero Susana estaba resuelta
a salvar a mi alma pecadora, ó tal vez
quería salvar alguna otra cosa.
Note que cada día venia
mejor vestida, perfumada y arreglada. Como usaba faldas muy cortas, cada vez
que cruzaba las piernas se le veía el calzón. Estos eran blancos o celestes, y
por lo visto se los cambiaba cada día.
-Por lo visto eso no era
pecado para ella. O era un súcubo (demonio con forma de mujer), o bien no se
daba cuenta de los que hacía-pensé.
Si la pastora insistía en
convertirme para su iglesia, porque yo no hacia lo contrario y le daba folletos
del FER (Frente Estudiantil Revolucionario?.
De esta forma le regalé las
cinco tesis filosóficas del presidente Mao. Los escritos políticos militares
del presidente Mao etc.etc.
Lo cierto es que su
dedicación para ayudar a los pacientes
me llamó la atención. Era una buena samaritana.
-El amor de Dios todo lo
cubre. Dios conoce el corazón de cada hombre. Maximo tu eres especial. En el
fondo de tus ojos brilla la misericordia de Dios.
-No es para tanto, Susana.
Solo se trata de tener responsabilidad con el prójimo que sufre. Estoy lejos
ser un santo.
-Máximo tu te has acercado a
salvar a mi tío y a mi me tratas con respeto. Los demás estudiantes se me
acercan con otras intenciones, no son
como tu.
-Dios te ha dado el poder de
curar, eres un bendito del Señor. Eres un elegido.
-Porque te resistes a
aceptar el llamado de Dios?. Vamos a mi iglesia.
Todos los días se
acercaba para hablar de los artículos y
versículos de la Biblia .Empecé a darme cuenta que el interés de Susana no era solamente religioso. Sus ojos me decían otra cosa. Por
momentos se desesperaba al ver que su prédica no me convencían en absoluto.
-Cuando el Señor multiplicó
los panes y los peces, también multiplicó la capacidad del amor en los hombres.
No te resistas al llamado del señor, Máximo. Tu crees en la violencia para
salvar a los hombres de la miseria, yo creo en el amor de Dios por los hombres,
y en el amor de los hombres por su prójimo.
-Eres una ilusa Susana.
-Tú dices Máximo que te
preocupas por la gente pobre y por la miseria en la que vive la gente. La
pobreza la miseria, la explotación es obra del diablo. Al ayudar al prójimo
destruyes la obra del diablo. En nuestra iglesia nosotros también nos
preocupamos de los pobres. Ven y observa lo que hacemos. También es una forma de ayudar, en el nombre del Señor.
Hasta que mi mente siniestra
concibió la idea de que mejor iba a su iglesia que quedaba en una barriada pobrísima, hoy llamada Pueblo
Joven.
Hablaría con los muchachos
del FER, la“ Banda Roja” de mi promoción, podríamos hacer un trabajo político y
convertir a esa barriada en una base revolucionaria.
-Bien Susana, cuando vamos a
visitar tu iglesia?
Los ojos le brillaron de
felicidad y daba pequeños saltitos de pura alegría.
-Vamos este Domingo.
Ese Domingo Susana pasó a
recogerme al hospital.
Muy coqueta, con minifalda,
botas y perfumes se había puesto una blusa con un escote pronunciado.
-Sube Maxito, sube.
Estaba radiante.
El auto recorrió la ciudad
unas 2 horas hasta que llegamos al pueblo joven. Una barriada miserablemente
pobre con casa de esteras y pedazos de maderas y cartones. Al aproximarse el
auto a la barriada, Susana fue reconocida
-La hermana
-la hermanita
-llegó la hermana
-La hermana Susana
A medida que avanzábamos, una legión de andrajosos, mujeres niños, hombres,
corrían desesperados detrás del auto en que venía Susana, todo llevando bolsas,
costales.
Como había llovido el pueblo
joven estaba lleno de charcos de barro .Las gentes se caían en su loca carrera
en los charcos, embarrados sucios, agitados corrían y gritaban :
-La hermana
-La hermana llegó
Y su número seguía
aumentando.
En eso noté que Susana se
había transformado, tomó una pose hierática, se transfiguró.
Al llegar a su casa, que
también era el templo, el auto se detuvo.
La casa-templo quedaba a la
plaza principal de la barriada, y que no era otra cosa que un simple canchón de
tierra.
Susana descendió del auto,
se paró como una estatua frente al público que seguía aumentando frente a su
casa. Parecía una estatua, inmóvil, hierática, mirando hacia ninguna parte,
solo miraba hacia el cielo. La gente se le aclamaba como a un santo. Unas
señoras se acercaban y le besaban los
pies. Susana no se movía, parecía una de esas estatuas egipcias antiguas
-Hermana
-Hermanita
Se aplazaban a sus piernas, muchos lloraban.
Cuando se había reunido
cerca de unas 150 personas que clamaban, lloraban, rezaban, rogaban, Susana
levantó los brazos y la plaza enmudeció.
Se hizo un silencio sepulcral.
-Hermanos, los alimentos no
serán entregados el día de hoy. El embarque
de los víveres enviados por los hermanos desde los Estados Unidos ha
sufrido un retraso. La próxima semana estarán llegando y de inmediato se hará
la repartición.
Un alarido de horror se
escuchó por toda a plaza, y estalló un llanto colectivo, y luego poco a
poco una procesión de andrajosos
llorosos fue abandonando la plaza.
-Hermana, la próxima semana,
no?
-Hermanita, sin falta la
próxima semana, verdad?. Mientras Susana no se movía, ni movía un solo musculo,
hasta que se fue el último. Se volvió hacia mi
y me dijo:
-Maximo, entra a mi casa.
En su casa había de todo
tipo de manjares y comodidades. Susana tomó una guitarra y todos en su familia
se pusieron a cantar canciones
evangélicas. Al rato Susana me sacó a bailar,
y bailando pegó su cuerpo contra el mío.
-Cuidado Maximo, cuidado con
las trampas religiosas-Me dije a mi mismo
-A mi con el cuento de la
religión como pretexto.-pensé.
De rato en rato llegaban
algunas personas con peticiones sobre medicinas, consejos, o simplemente a
recibir órdenes de Susana.
La lección que saque de esa
experiencia, fue que el que controla la comida, posee el verdadero poder, un
poder absoluto.
Los norteamericanos a través
del reparto de los víveres tenían un poder absoluto sobre toda esa población.
Nunca vi tanto poder
absoluto como el que ejercía Susana. Un poder tan absoluto, que yo nunca lo
había visto, en ningún partido político ni siquiera en instituciones militares.
Lo que me llamó la atención era
que Susana veía todo eso como algo natural, no era consciente de que era una
simple herramienta al servicio del imperialismo y sus intereses de dominación.
Horas después me llevaron de
regreso al hospital y tras las
bendiciones de Susana y los aplausos de los demás jerarcas de la iglesia me
retiré.
Lo que hizo Susana fue demostrarme su poder, su enorme poder, y
hacerme entender quien era el que mandaba y como lo hacía.
Días después el tío de
Susana fue dado de alta.
Susana me buscó para darme
las gracias por todo lo que había hecho por su tío.
–Máximo, bendito del Señor,
no sabes cuánto te agradezco que hallas curado a mi querido tío. El Señor es
contigo. Dios te bendiga.
Sorpresivamente se colgó
de mi cuello y me dio un beso en la
boca; se quedó mirando cual era mi reacción.
Solo sonreí.
-Dios te bendiga Susana. El
Señor es contigo
-Te espero en la iglesia,
Maximo.
Nunca fui a su iglesia y
nunca más la ví.
No hay comentarios:
Publicar un comentario