viernes, 26 de agosto de 2016

OLLANTA: TRAICION






                     OLLANTA: TRAICION

DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA


Después del Andahuaylazo, tras  la detención de Antauro a causa de la traición de que fue objeto y sufrir torturas por defender al pueblo y los intereses de la patria, tres semanas después recibí la orden de Antauro de hacerme cargo del partido y organizar un congreso nacional del etnocacerismo.
Hecha la convocatoria en apenas cuatro semanas después de Andahuaylazo, centenares de delegados de etnocaceristas se reunieron en el auditorio de Santa Elisa. Venidos de todo el territorio del país, algunos con solo lo que tenían puesto. Coscoruna, Signol, Arce, se encargaron de alojar y alimentar con dinero de su bolsillo a todos los delegados.
En ese congreso se acordó incendiar la pradera exigiendo la libertad de Antauro. El Perú es ese entonces estaba presidido por un presidente alcohólico y dominado por  una mafia judía que saqueaba el país, la corrupción imperaba en todos los ámbitos; ECOTEVA es solo la punta de iceberg de la corrupción toledista.
Tras el Andahuaylazo, nuestros locales fue invadido por la policía y los fiscales del gobierno, se robaron y destruyeron nuestra biblioteca, se robaron nuestro gimnasio y todos los enseres del local de Alfa y Omega del hermano Pedro Leo un leal amigo del etnocacerismo, lo que  no se robaron lo destruyeron incluido el restoran para pobres de Alfa y Omega, mataron a los perros que Pedro Leo había recogido de la calle por ser abandonados, hasta mataron a los  dos gatos que dormían en el local.
Los etnocaceristas eran perseguidos y arrestados ,sacados de sus casas y masacrados, la prensa ocultó todos esos atropellos.
En un momento de nuestra lucha, se sumó a nuestros esfuerzos un comandante patriota del ejército.
El comandante patriota y yo  planificamos una acción de comandos para rescatar a Antauro de la cárcel. Yo estaba dispuesto a liberar a Antauro a Sangre y fuego, por considerar que nunca otorgarían libertad a Antauro. El tiempo me dio la razón.
La operación no se llevó a cabo  por la negativa de la familia Humala que saboteo nuestras intenciones, bajo  el argumento de que Ollanta, cuando ganara las elecciones  lo liberaría. Yo no lo creía.
El problema radicó en que la familia Humala saboteo todos los esfuerzos que hicimos para  para  hacer crecer al etnocacerismo y levantar una revuelta popular, primero, con el argumento de que el crecimiento y la rebelión de los etnocaceristas  perjudicaría la campaña electoral de Ollanta, y luego con el argumento de que el crecimiento y rebelión de los etnocaceristas perjudicaría al gobierno de Ollanta.
Cuando Ollanta regreso al Perú, Antauro nos ordenó comunicarnos con él para coordinar la campaña. Tras  mucha insistencia logré comunicarme con Ollanta y le comunique la orden de Antauro. Quedamos en encontrarnos  a las tres de la tarde. A las dos me llamó para decirme que la citación quedaba suspendida hasta nuevo aviso. Luego nos mandó a decir que no quería saber nada de los etnocaceristas.
Conversaciones posteriores entre Ollanta y Antauro, se quedó en que los etnocaceristas apoyarían la candidatura de Ollanta con EL COMPROMISO DE OLLANTA de liberal a Antauro de la cárcel y ejecutar la gran transformación que todo el Perú esperaba.
Ollanta no tenía nada de nada, ni firmas para postular, personalmente me opuse que las firmas del etnocacerismo fueran dadas a Ollanta, por considerar que eran necesarias para la postulación de Antauro. No tenía  locales políticos, ni doctrina, ni teoría, ni ideología, ni plan de gobierno ni gente para movilizar. Nosotros le pusimos todo. Nuestra gente esperanzada con la posibilidad histórica de la gran transformación se sacrificó. Montoya y yo llevamos a cabo toda la campaña radial  y mediática, con dinero de nuestro bolsillo. Los reservistas, gente   sencilla, enormemente patriota,  con un gran amor por la patria y leales a Antauro hasta la muerte, trabajaron día y noche por la causa. A las finales fuimos nosotros quienes lo pusimos a Ollanta en el poder. Tras la elección de Ollanta y antes de que subiera al poder Antauro me convoco  y me dijo textualmente lo siguiente: “Yo conozco a Ollanta, en el mejor de los casos será otro Toledo, y en el peor de los casos será Ollanta”. El compromiso es que en cuanta salga de la cárcel juntos llevaremos adelante la gran transformación”.
Pero el tiempo pasaba y Ollanta no liberaba a Antauro ante nuestro desconcierto. ¿Porque Ollanta no libera a Antauro de una vez?, ¿qué espera para la gran transformación?. No llegábamos a comprender el atraso en el cumplimiento de las promesas, ¿Qué lo detenía?. Ahora ya lo sabemos. La respuesta  la dan las agendas de Nadine, las declaraciones del fiscal brasileño sobre el Perú, Ollanta y el escándalo de Lava Jato en Brasil. La corrupción en la compra de armamentos, el de las radios transmisores en el VRAE, etc etc. Antauro y la gran transformación fueron traicionados por la codicia y la corrupción.
Antauro  jamás hubiera permitido ninguna corrupción ni robo.
Luego a través del tiempo nos fueron informando que   los inversionistas chilenos habían hecho una bolsa para los jueces para impedir la libertad de Antauro. Que la derecha le exigía a Ollanta la continuación del encarcelamiento de Antauro. Que le embajada norteamericana  ofreció al gobierno de Ollanta apoyo económico a cambio de continuar  con la prisión de Antauro. Todo eso lo fuimos denunciando en nuestra prensa. al final, en coordinación con los  jueces Ollanta dejó en prisión a Antauro, para nueve años más, salvando de esta forma la continuidad del sistema, y salvaguardo los intereses de la derecha, la  misma derecha que ahora lo insulta y lo denuncia. Ese es el pago por la traición.
Pero eso ¿qué significo en el fondo?. La enorme pérdida histórica de la gran transformación, el gran salto adelante del Perú. Por orden de Antauro una comisión de etnocaceristas elaboramos el plan geopolítico y geoestratégico del Perú, y por orden directa de Antauro  el diseño del desarrollo científico-tecnológico del Perú lo hice yo. Se trata de un diseño fantástico, fabuloso, enorme, que incuso contemplaba el desarrollo científico tecnológico militar.
Pero esos planes geopolíticos y geoestratégicos, así como el diseño científico-tecnológico, solo son posibles en un gobierno etnocacerista.
La derecha que utilizó a Ollanta siempre lo desprecio por cholo y por militar. Siempre lo vieron como su sirviente y jamás sintieron ningún respeto por él, y se lo demostraban a cada rato, lo trataron como chulillo a su servicio.
Fue capaz de tildarlo de cornudo hasta el extremo de que una comisión compuesta por congresistas se atrevió a interrogar a un empresario para preguntarle públicamente, si era el amante de Nadine.
Nunca jamás nadie se atrevió  nunca a hacer algo así con ninguno de los presidentes que hemos tenido. Ese es el pago que la derecha le daba a Ollanta por ser el perro fiel defensor de sus intereses, y ahora lo bota como a  un perro, porque ya no lo necesitan y tratan de meterlo a la cárcel a él y a Nadine. Ese es el pago que la derecha le da a Ollanta por su traición. Así pasa cuando se hacen negocios con el diablo.
A Ollanta no le importo las lágrimas de su madre  ni los ruegos de su padre que le pedían la libertad de Antauro. Ollanta traicionó a las lágrimas de su madre y a los ruegos de su padre, traicionó a Antauro, traicionó a la gran transformación, traicionó al pueblo peruano, traiciono  a todos los que le apoyaron al subir al poder.
Es un caso único, en todos los estudios que  he realizado, nunca he visto en toda la historia universal, alguien capaz de tanta traición.
Engañó a sus padres prometiendo que a poco de dejar el gobierno, a última hora liberaría a Antauro.
Ollanta nació con el sello de Caín en la frente y con camisa  puesta de Judas Iscariote.
Nosotros dijimos en este  mismo blog, que la estrategia de la derecha, iba ser la misma que utilizó Cayo Julio Cesar en su guerra contra Pompeyo: “primero lucharemos contra un ejército sin general y luego a un general sin ejército”. Primero lucharon contra un pueblo abandonado y traicionado por Ollanta, y luego luchan contra Ollanta que carece por completo de apoyo popular.
Si meten en la cárcel a Ollanta, nadie, absolutamente nadie saldrá en su defensa, a  diferencia de Antauro, por el cual su gente está dispuesta a seguirlo hasta la muerte si es necesario.
Me decía en una oportunidad un sargento que acompañó a Antauro en Andahuaylas, “si el mayor Antauro me pide que lo acompañe al infierno, con Antauro voy hasta el infierno”, otro me dijo “yo fui a Andahuaylas dispuesto a morir por Antauro”.
De hecho Antauro es la única esperanza de este país, azotado  por la ignorancia, el hambre y el vicio.
Antauro es el único que posee un programa de  gobierno  para el Perú, y lo más importante es que tienen la decisión de aplicarlo.
El resto del panorama político no son más que simples buscadores de negocios y siempre lo han sido.
El denominado fujimorismo  que no es otra cosa que una gran banda de delincuentes peligrosos, catorce generales de Fujimori fueron a dar al a cárcel  no por política sino por ladrones, robaron por orden de Fujimori y para Fujimori y este mismo tipo, Fujimori, acepto su responsabilidad en la corrupción y robo en el juicio que se le siguió, por lo cual es un delincuente convicto y confeso. Estos denominados fujimoristas saben que le mayor obstáculo para convertir al Perú en colonia del imperio japonés, es Antauro, y por eso han pensado en no permitir que salga nunca de la cárcel, han planificado sacar nuevas leyes para prolongar su encierro  e incluso su muerte. El fujimorismo no es otra cosa que la herramienta política para la aplicación del genial plan geopolítico del general Tojo, que contemplaba la colonización del Perú por el Japón y que no se pudo cumplir por haber perdido la guerra. Ese programa  ha sido reivindicado por un partido político en la actualidad, justo el partido  por el cual Fujimori candidateó para congresista, tras jurar públicamente su adhesión al Japón y ofrecer incluso su vida por el Japón.
Pero no son los únicos, el imperialismo yanqui también busca la perdición de Antauro y los inversionistas chilenos también.
Los enemigos del Perú saben y saben bien que Antauro es el único peligro que tienen  para lograr sus siniestros planes.

Pero el pueblo patriota también sabe que sin Antauro y sin el etnocacerismo, el Perú no tiene ningún futuro y lo único que le esperaría seria la esclavitud del peor tipo.
Antauro libertad.

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