OLLANTA: TRAICION
DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Después del Andahuaylazo,
tras la detención de Antauro a causa de
la traición de que fue objeto y sufrir torturas por defender al pueblo y los
intereses de la patria, tres semanas después recibí la orden de Antauro de
hacerme cargo del partido y organizar un congreso nacional del etnocacerismo.
Hecha la convocatoria en
apenas cuatro semanas después de Andahuaylazo, centenares de delegados de
etnocaceristas se reunieron en el auditorio de Santa Elisa. Venidos de todo el
territorio del país, algunos con solo lo que tenían puesto. Coscoruna, Signol,
Arce, se encargaron de alojar y alimentar con dinero de su bolsillo a todos los
delegados.
En ese congreso se acordó
incendiar la pradera exigiendo la libertad de Antauro. El Perú es ese entonces
estaba presidido por un presidente alcohólico y dominado por una mafia judía que saqueaba el país, la
corrupción imperaba en todos los ámbitos; ECOTEVA es solo la punta de iceberg
de la corrupción toledista.
Tras el Andahuaylazo, nuestros locales fue invadido por la policía y los fiscales del gobierno, se robaron y destruyeron nuestra biblioteca, se robaron nuestro gimnasio y todos los enseres del local de Alfa y Omega del hermano Pedro Leo un leal amigo del etnocacerismo, lo que no se robaron lo destruyeron incluido el restoran para pobres de Alfa y Omega, mataron a los perros que Pedro Leo había recogido de la calle por ser abandonados, hasta mataron a los dos gatos que dormían en el local.
Los etnocaceristas eran perseguidos y arrestados ,sacados de sus casas y masacrados, la prensa ocultó todos esos atropellos.
En un momento de nuestra
lucha, se sumó a nuestros esfuerzos un comandante patriota del ejército.
El comandante patriota y yo planificamos una acción de comandos para
rescatar a Antauro de la cárcel. Yo estaba dispuesto a liberar a Antauro a
Sangre y fuego, por considerar que nunca otorgarían libertad a Antauro. El
tiempo me dio la razón.
La operación no se llevó a
cabo por la negativa de la familia
Humala que saboteo nuestras intenciones, bajo
el argumento de que Ollanta, cuando ganara las elecciones lo liberaría. Yo no lo creía.
El problema radicó en que la
familia Humala saboteo todos los esfuerzos que hicimos para para
hacer crecer al etnocacerismo y levantar una revuelta popular, primero,
con el argumento de que el crecimiento y la rebelión de los etnocaceristas perjudicaría la campaña electoral de Ollanta,
y luego con el argumento de que el crecimiento y rebelión de los etnocaceristas
perjudicaría al gobierno de Ollanta.
Cuando Ollanta regreso al Perú,
Antauro nos ordenó comunicarnos con él para coordinar la campaña. Tras mucha insistencia logré comunicarme con
Ollanta y le comunique la orden de Antauro. Quedamos en encontrarnos a las tres de la tarde. A las dos me llamó
para decirme que la citación quedaba suspendida hasta nuevo aviso. Luego nos mandó
a decir que no quería saber nada de los etnocaceristas.
Conversaciones posteriores
entre Ollanta y Antauro, se quedó en que los etnocaceristas apoyarían la
candidatura de Ollanta con EL COMPROMISO DE OLLANTA de liberal a Antauro de la
cárcel y ejecutar la gran transformación que todo el Perú esperaba.
Ollanta no tenía nada de
nada, ni firmas para postular, personalmente me opuse que las firmas del
etnocacerismo fueran dadas a Ollanta, por considerar que eran necesarias para
la postulación de Antauro. No tenía locales políticos, ni doctrina, ni teoría, ni
ideología, ni plan de gobierno ni gente para movilizar. Nosotros le pusimos todo.
Nuestra gente esperanzada con la posibilidad histórica de la gran
transformación se sacrificó. Montoya y yo llevamos a cabo toda la campaña radial y mediática, con dinero de nuestro bolsillo.
Los reservistas, gente sencilla, enormemente patriota, con un gran amor por la patria y leales a
Antauro hasta la muerte, trabajaron día y noche por la causa. A las finales
fuimos nosotros quienes lo pusimos a Ollanta en el poder. Tras la elección de
Ollanta y antes de que subiera al poder Antauro me convoco y me dijo textualmente lo siguiente: “Yo
conozco a Ollanta, en el mejor de los casos será otro Toledo, y en el peor de los
casos será Ollanta”. El compromiso es que en cuanta salga de la cárcel juntos
llevaremos adelante la gran transformación”.
Pero el tiempo pasaba y
Ollanta no liberaba a Antauro ante nuestro desconcierto. ¿Porque Ollanta no
libera a Antauro de una vez?, ¿qué espera para la gran transformación?. No llegábamos
a comprender el atraso en el cumplimiento de las promesas, ¿Qué lo detenía?. Ahora
ya lo sabemos. La respuesta la dan las
agendas de Nadine, las declaraciones del fiscal brasileño sobre el Perú, Ollanta
y el escándalo de Lava Jato en Brasil. La corrupción en la compra de
armamentos, el de las radios transmisores en el VRAE, etc etc. Antauro y la
gran transformación fueron traicionados por la codicia y la corrupción.
Antauro jamás hubiera permitido ninguna corrupción ni
robo.
Luego a través del tiempo
nos fueron informando que los inversionistas chilenos habían hecho una
bolsa para los jueces para impedir la libertad de Antauro. Que la derecha le exigía
a Ollanta la continuación del encarcelamiento de Antauro. Que le embajada norteamericana ofreció al gobierno de Ollanta apoyo económico
a cambio de continuar con la prisión de
Antauro. Todo eso lo fuimos denunciando en nuestra prensa. al final, en
coordinación con los jueces Ollanta dejó
en prisión a Antauro, para nueve años más, salvando de esta forma la
continuidad del sistema, y salvaguardo los intereses de la derecha, la misma derecha que ahora lo insulta y lo
denuncia. Ese es el pago por la traición.
Pero eso ¿qué significo en el
fondo?. La enorme pérdida histórica de la gran transformación, el gran salto adelante
del Perú. Por orden de Antauro una comisión de etnocaceristas elaboramos el
plan geopolítico y geoestratégico del Perú, y por orden directa de Antauro el diseño del desarrollo
científico-tecnológico del Perú lo hice yo. Se trata de un diseño fantástico,
fabuloso, enorme, que incuso contemplaba el desarrollo científico tecnológico
militar.
Pero esos planes
geopolíticos y geoestratégicos, así como el diseño científico-tecnológico, solo
son posibles en un gobierno etnocacerista.
La derecha que utilizó a
Ollanta siempre lo desprecio por cholo y por militar. Siempre lo vieron como su
sirviente y jamás sintieron ningún respeto por él, y se lo demostraban a cada
rato, lo trataron como chulillo a su servicio.
Fue capaz de tildarlo de
cornudo hasta el extremo de que una comisión compuesta por congresistas se atrevió
a interrogar a un empresario para preguntarle públicamente, si era el amante de
Nadine.
Nunca jamás nadie se atrevió nunca a hacer algo así con ninguno de los presidentes
que hemos tenido. Ese es el pago que la derecha le daba a Ollanta por ser el
perro fiel defensor de sus intereses, y ahora lo bota como a un perro, porque ya no lo necesitan y tratan
de meterlo a la cárcel a él y a Nadine. Ese es el pago que la derecha le da a
Ollanta por su traición. Así pasa cuando se hacen negocios con el diablo.
A Ollanta no le importo las lágrimas
de su madre ni los ruegos de su padre
que le pedían la libertad de Antauro. Ollanta traicionó a las lágrimas de su
madre y a los ruegos de su padre, traicionó a Antauro, traicionó a la gran transformación,
traicionó al pueblo peruano, traiciono a
todos los que le apoyaron al subir al poder.
Es un caso único, en todos los
estudios que he realizado, nunca he visto
en toda la historia universal, alguien capaz de tanta traición.
Engañó a sus padres
prometiendo que a poco de dejar el gobierno, a última hora liberaría a Antauro.
Ollanta nació con el sello de
Caín en la frente y con camisa puesta de
Judas Iscariote.
Nosotros dijimos en
este mismo blog, que la estrategia de la
derecha, iba ser la misma que utilizó Cayo Julio Cesar en su guerra contra
Pompeyo: “primero lucharemos contra un ejército sin general y luego a un
general sin ejército”. Primero lucharon contra un pueblo abandonado y traicionado
por Ollanta, y luego luchan contra Ollanta que carece por completo de apoyo
popular.
Si meten en la cárcel a
Ollanta, nadie, absolutamente nadie saldrá en su defensa, a diferencia de Antauro, por el cual su gente
está dispuesta a seguirlo hasta la muerte si es necesario.
Me decía en una oportunidad
un sargento que acompañó a Antauro en Andahuaylas, “si el mayor Antauro me pide
que lo acompañe al infierno, con Antauro voy hasta el infierno”, otro me dijo “yo
fui a Andahuaylas dispuesto a morir por Antauro”.
De hecho Antauro es la única
esperanza de este país, azotado por la ignorancia,
el hambre y el vicio.
Antauro es el único que
posee un programa de gobierno para el Perú, y lo más importante es que
tienen la decisión de aplicarlo.
El resto del panorama político
no son más que simples buscadores de negocios y siempre lo han sido.
El denominado
fujimorismo que no es otra cosa que una
gran banda de delincuentes peligrosos, catorce generales de Fujimori fueron a
dar al a cárcel no por política sino por
ladrones, robaron por orden de Fujimori y para Fujimori y este mismo tipo,
Fujimori, acepto su responsabilidad en la corrupción y robo en el juicio que se
le siguió, por lo cual es un delincuente convicto y confeso. Estos denominados
fujimoristas saben que le mayor obstáculo para convertir al Perú en colonia del
imperio japonés, es Antauro, y por eso han pensado en no permitir que salga nunca
de la cárcel, han planificado sacar nuevas leyes para prolongar su encierro e incluso su muerte. El fujimorismo no es otra
cosa que la herramienta política para la aplicación del genial plan geopolítico
del general Tojo, que contemplaba la colonización del Perú por el Japón y que
no se pudo cumplir por haber perdido la guerra. Ese programa ha sido reivindicado por un partido político en
la actualidad, justo el partido por el
cual Fujimori candidateó para congresista, tras jurar públicamente su adhesión al
Japón y ofrecer incluso su vida por el Japón.
Pero no son los únicos, el
imperialismo yanqui también busca la perdición de Antauro y los inversionistas
chilenos también.
Los enemigos del Perú saben y
saben bien que Antauro es el único peligro que tienen para lograr sus siniestros planes.
Pero el pueblo patriota también
sabe que sin Antauro y sin el etnocacerismo, el Perú no tiene ningún futuro y
lo único que le esperaría seria la esclavitud del peor tipo.
Antauro libertad.
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