LA SOLUCIÓN FINAL
DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Este es otro de los capítulos
que se quedó en el tintero cuando
escribí mis memorias de estudiante ( Ver Memorias de un estudiante agitador) y
que aparecerá cuando escriba la segunda edición de mis memorias ( si es que hay
segunda edición).
Cuando estaba haciendo mis
estudios de residentado médico, en la especialidad de endocrinología, llegó una
paciente, que pensaba que sus problemas tenían un origen endocrinológico, y en
cierta medida era endocrinológico.
-Doctor, tengo un grave problema.
Yo quiero mucho a mi esposo, tengo grandes deseos de estar con él, tener
relaciones sexuales con mi esposo. Pero él es capitán de la marina mercante y llega a casa cada 2 ó 3
meses. Mi situación llega a tal extremo que no puedo ver escenas románticas en
la televisión y apago el televisor.
-Señora, lo que usted tiene
que hacer, es acompañar a su esposo en el barco y asunto resuelto. En el
camarote del capitán debe de haber una cama de dos plazas.
-No puedo doctor. ¿Y los
chicos?. ¿Con quién los dejo?. Tengo que llevarlos al colegio, prepararles sus
alimentos, no puedo viajar por meses con mi esposo.
-Dígale a su esposo que
cambie de trabajo
- No doctor, el gana muy
bien y está muy bien considerado como capitán de barco.
-Entonces búsquese otro
esposo
-No doctor, nosotros nos
queremos mucho .cuando llega la casa la
llena con todo lo que trae de sus viajes.
-Señora, solo le queda uno
de dos caminos: o recurre a la masturbación o se busca un amante, pero sea discreta.
-No puedo hacer eso,
Masturbarse es anormal y no voy a engañar a mi esposo.
-Señora con toda franqueza, su problema no se
soluciona con jarabes ni inyecciones. En todo caso tome estas pastillas de diazepan
de 5 miligramos cada 12 horas, y veremos si se puede bajar
sus niveles de ansiedad. El diazepan es
un ansiolítico. El problema es que produce sueño. No maneje. Venga dentro
de 15 días, para ver si hay que aumentar la dosis.
Eso de que nos queremos mucho
porque el hombre llena la casa cada vez que llega de regreso, era a mi modo de
pensar, un modo muy capitalista de quererse, y en cuanto al tal capitán, seguro
que debía de tener una novia en cada puerto, lo que es costumbre de todo marino,
y luego se demostró que en efecto así era.
Quince días después
regresó la paciente, pero yo no estaba y
la atendió otro estudiante que era una residente que pertenecía a una iglesia evangélica
y a la cual le pondremos el nombre de Mónica, para mantener su anonimato.
Escandalizada fue a hablar
conmigo:
-Grillo ¿tú le has
aconsejado a la paciente lo que ella me ha dicho?
-¿Qué es lo que te ha dicho?
-Que para resolver su
problema recurra la masturbación o se busque un amante.
-Pero ¿qué otra solución puede
haber para su problema?
-Este es el problema con
estos ateos, que no creen en Dios y no saben el poder del señor. Yo llevare a la
paciente a mi iglesia y verás cómo le vamos a resolver su problema con las oraciones
y la ayuda del señor.
-Te deseo buena suerte.
En efecto Mónica llevo a la paciente a su iglesia y hablaron
con el pastor:
-Aleluya, aleluya, alabado
sea el señor, bendito su santo nombre. Hermana, no se preocupe, aquí en la iglesia vamos a
resolver su problema, con la ayuda del señor. Alejaremos a satanás y sus tentaciones,
Aleluya aleluya, bendito sea el nombre del señor.
Pues ¿que creen?. En efecto
el pastor le resolvió el problema a la paciente. Pero le resolvió el problema
tan bien que la paciente abandonó a sus hijos y a su esposo y se escapó con el pastor. Aleluya, Aleluya.
Cuando me enteré a través de
otro estudiante que también iba a la misma iglesia de la solución final del problema de la paciente
fui en busca de Mónica para reírme de ella en su cara, por ser una idiota.
-Fue obra del enemigo, que malogra
a obra del señor
-¿Que enemigo?
-Satanás, que
impide cristalizar la obra
divina.
-Me estás diciendo que satanás
es más poderoso que Dios?
-Este mundo es su reino.
Ante tal respuesta, uno no
sabe si reírse o ponerse llorar.
-En la iglesia oramos todos
los días para que el pastor retorne para
cumplir con su ministerio que Dios le ha encomendado y para que la señora regrese
junto a sus hijitos que lloran todos los días por ella. Con la ayuda del señor
ellos retornaran, ya lo vas a ver Grillo.
Ni la paciente, ni el pastor
regresaron a la iglesia ni al Perú, porque el pastor, no solo se escapó con la paciente,
sino también con el dinero de la iglesia,
con el cual se fugó al extranjero y no nunca regresaron.
Aleluya, aleluya.
El esposo al enterarse que
la mujer su había fugado con el pastor, hizo fiesta, por haberse librado
de una loca con grandes exigencias
sexuales que ya lo tenían agobiado. Además se libró del gasto económico que
significa mantener sus 4 hijos en el Perú. El tipo, como todo buen marino
mercante que se respete, tenía otras dos familias en dos países extranjeros y nunca
regresó al Perú.
Ante una situación de este
tipo, no sabes si ponerte a reír o a llorar. A reírte porque una estúpida como la
estudiante evangélica, solo puede producir risa. O más bien ponerte a llorar,
por los niños que de la noche a la mañana y de repente, se quedaron sin madre y
sin padre, o más bien llorar porque la
estupidez, la imbecilidad, la idiotez, de los
humanos puede llegar a ser tan grande.
Sobre todo llorar por la
cantidad de gente que vive en la mentira, engañando a los demás y lo peor de
todo, engañándose a sí mismo.
Aleluya, aleluya, alabado sea
el señor.
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