CONTINUACIÓN
MEMORIAS DE UN ESTUDIANTE AGITADOR CUARTA PARTE
Capítulo 12
LA HISTORIA DE LA NIÑA
CHAPOSA Y EL NIÑO
BLANCO
Una tarde de verano al salir
de clases en la facultad de Medicina
Humana me dirigí a la Ciudad Universitaria de San Marcos. Tenía que acudir a
una asamblea de delegados estudiantiles del FER (Frente Estudiantil
Revolucionario).
Pero resulta que al llegar
encontré un feroz combate de los estudiantes contra la policía de la dictadura
del general aprista Morales Bermúdez. La protesta estudiantil había comenzado hacía poco y de inmediato me
sumé a la pelea. La policía de la dictadura trataba de invadir la universidad
cumpliendo órdenes de la dictadura, mientras los muchachos y muchachas luchaban
fieramente para expulsarlos del campus. En medio de la lucha, entre los gases
lacrimógenos, los disparos, las piedras, los cócteles Molotov pude distinguir a
Omar, a Alejandro, a Jango, a Tigre, a Jaimito entre otros y en medio de la
pelea , mas adelante que cualquiera con
una gran piedra en la mano se encontraba Sofía, una menuda estudiante del
pabellón de letras, valiente y agitadora como pocas. Era una activa militante
del FER. En eso Sofía cayó al suelo acribillada de perdigones. ¡Grillo, Grillo
,ven aquí, una herida¡. Algunos de los estudiantes combativos cargaron a
Sofía y la llevaron a un salón que hacía
las veces de hospital improvisado. Tenía toda la blusa ensangrentada y se
tocaba el pecho con ambas manos.
Le retiré la blusa y el
sostén, notando que tenía sus hermosos
senos llenos de perdigones. En un acto de pudor se cubrió con la blusa
ensangrentada.
-Sofía quita la blusa y las
manos, si no, no puedo ver, como te voy a sacar
los perdigones- le dije.
Comencé a extraer los
perdigones lo mas rápido que podía, quería regresar al campo de batalla y
salvar a nuestra universidad de las siniestras intenciones de la dictadura.
-Máximo, ten cuidado,
no seas brusco- me dijo
Terminada la operación
improvisamos una vendas lo mejor que pudimos y tanto ella como yo nos
integramos al combate.
Al terminar de extraer el
último perdigón y vendar las heridas de
Sofía, al retirarse a su puesto combate, Lucho, que había oficiado de ayudante
durante la operación me dijo.
-Máximo, te fijaste que
ricas tetas tiene Sofía?-
-No jodas y vamos al
combate-le contesté.
El combate duró hasta la
noche y logramos expulsar a la policía de los claustros universitarios. San
Marcos se había salvado una vez mas.
Pasaron los años, y un día
en la mañana me tropecé con Sofía, a quien no veía hacia años.
En esos momentos estábamos
en pleno primer gobierno del APRA con Alan García de presidente, en plena súper
inflación. En esas épocas el pan a las 8
de la mañana costaba 50 centavos, a las 10 de la mañana ya estaba a 1 sol, a
las 12 costaba un sol con cincuenta centavos, a las tres de la tarde ya costaba
tres soles y a las 8 de la noche costaba cinco soles. Esa era la hiperinflación
del gobierno aprista, y que llegó a los 2’500,000 %, o sea a los dos millones
quinientos mil por ciento. Un espanto. Recuerdo que le decía a mi hermanita:
“Mañana me pagan anda a buscarme al trabajo” y apenas me daban el cheque
salíamos corriendo a comprar los víveres por sacos por que si esperaba dos días
con ese dinero no podía comprar nada, las cosas subían de hora en hora. Pero
eso era si tenias la suerte de cobrar porque la mayor parte de las veces el
Banco de la Nación no tenia con que pagarte. En una oportunidad, después de
andar por seis locales del Banco de la Nación sin encontrar fondos para que me
paguen mi sueldo, exploté de la cólera, y le dije al cajero: “Ponga ahí el
sello rojo de no hay fondo, voy a denunciar al estado por estafa y emitir
cheques sin fondos ”.El cajero me contesto que cuando se trataba de
fondos del gobierno no se podía
poner el sello de SIN FONDOS. “Me
quiere decir que el estado tiene patente
de pirata para emitir cheques sin fondo?.Fue tal el escándalo que armé que
salió el gerente a preguntar que pasaba. Resultó que era un amigo de hace
tiempo, el cual me dijo que me esperara un momento y regresó con el dinero para
pagarme. O sea sí había dinero, pero se guardaba para poder pagarle los propios
trabajadores del Banco.
Al ver a Sofía tras
saludarla con el cariño de siempre, me di cuenta que estaba rodeada por un
grupo de ocho o diez niños cuyas edades
serian entre cinco y diez años, que por las ropas que llevaban eran de la
sierra y como ocurre con los niños serranos recién bajados tenían grandes chapas, o sea las mejillas coloradas, lo que se debe a que en las a
alturas los habitantes poseen mayor número de glóbulos rojos en sangre para
aprovechar al máximo el oxigeno enrarecido de las alturas
-Oye, y esos niños?
-Son huérfanos de Ayacucho.
Los hemos traído para ver donde los colocamos.
Resultaba que Sofía se había
graduado de Asistenta Social y trabajaba tratando de salvar a los
huérfanos sobrevivientes de las grandes
matanzas que realizaba el gobierno aprista en la Sierra y otras partes.
-Pobrecitos- comenté
En eso me fijé
en una niñita de unos 5 o seis
años que con sus grandes ojos negros me miraba con asombro con la boca abierta
mientras sostenía en sus manitos un pedazo de pan que les había distribuido
Sofía.
-Esa niña tan bonita quien es?-
-Máximo si quieres te la
doy, es una de las huérfanas.
-¿En serio? ¿ la puedo adoptar?
-Si, claro que si
-Ya pues, yo soy soltero y
no tengo hijos, puedo hacerme cargo de una criatura, le daré una gran educación
y será una gran científica y revolucionaria.
-Mira Máximo este es mi
teléfono, llámame para hacer las coordinaciones.
Llegue a mi casa y anuncie
que traería una niñita a mi casa.
-Mamá me van a dar una
niñita huérfana de Ayacucho para adoptarla.
Mi madre me miró y me dijo
-Es tu hija o una adopción?
-Si fuera mi hija no lo voy
a negar mamá. Se trata de una niña huérfana de Ayacucho
-Me parece muy bien hijito,
pero eso sí, tú te encargas de criar a la niña, porque quien lo va a hacer aquí
en la casa, yo ya estoy muy vieja y con la diabetes encima. Tú te encargarás de
llevarla al colegio, prepararle su comida y lavarle su ropita, tienes que
asumir tu papel de padre, nadie puede hacerlo por ti, tú serás el padre.
En ese instante me di cuenta que no iba a hacerlo. Simplemente no
podía. En esas épocas tenia tres trabajos y más encima llevaba un intensa vida política y académica.
Salía de mi casa a las siete de la mañana y no regresaba hasta las once o doce
de la noche, además de que no había ninguna seguridad de que podría regresar a
mi casa, o regresar vivo, porque durante
su primer gobierno el APRA mataba gente
todos los días.
De forma de que llame a
Sofía y le comunique que la diligencia quedaba en nada,
Hasta el día de hoy me
pregunto que habrá sido de esa niñita, si habrá caído en buenas manos, y cual
será su vida, que diferencia habrá en relación al plan inicial que tuve de
convertirla en gran científica y gran revolucionaria, y esa pregunta me la hago
hasta el día de hoy.
Al poco tiempo del encuentro
con Sofía, la Comisión Episcopal del Perú, institución que engloba a todos los
obispos del país y que era presidida por Monseñor Bambaren denunció
públicamente, que el Perú era el principal país que exportaba niños, sobre todo a los huérfanos
de la guerra interna , al extranjero , los cuales eran utilizados para trasplante de órganos y
pornografía infantil, denunciando además que dicho trafico se realizada a
través de instituciones manejadas por apristas y dirigidas por funcionarios
apristas. Fue un escándalo mayúsculo.
Un alto funcionario aprista
de apellido Aquezolo salió a desmentir a
la Comisión Episcopal del Perú y a
monseñor Bambaren. Lo cierto es que nadie le creyó al funcionario aprista, de
forma de que la denuncia quedó como verdadera.
En vista de esa situación,
llamé a Sofía y le pregunté que había de
cierto sobre ello.
Sofía me dijo que era
verdad. Que en las llamadas zonas de emergencia, los militares y policías se
dedicaban a matar a los adultos para llevarse a los niños y venderlos a los
traficantes, de forma que siempre atacaban a las comunidades donde se sabía que
existían buen número de niños. Que esas matanzas y secuestros se hacían en
coordinación con los funcionarios apristas.
Que los pocos niños que se
salvaban de la muerte y el secuestro vagaban por las chacras alimentándose como
podían, viviendo a escondidas y que eran precisamente esos niños los que ella y
su gente trataban de salvar colocándolos en familias responsables.
Que por un niño indio o
mestizo los extranjeros pagaban
1500 a 2000 dólares. Pero por un
niño blanco se pagaba 15,000
a 20,000 dólares, pero si se trataba de un niño
blanco con ojo verdes o azules se pagaba
30,000 y hasta 50,000 dólares.
Me quedé indignado por tal noticia y la denuncié en la
universidad y en cuanto foro me
invitaban a dar conferencias.
No paso ni quince días de
esa conversación con Sofía, cuando un muchacho sanmarquino, al que llamaremos
Pepe, que en su época de estudiante fue militante del FER, y ahora era
abogado, me llamó por teléfono.
-Grillo, necesito que me
hagas un favor
-¿De que se trata?
-De que veas a una de mis
clientes que acaba de salir de la cárcel.
-Dime cuando y donde.
De esta forma nos
encontramos en un paradero de combis y enrumbamos hacia un pueblo joven en la
carretera Central. El viaje duro como dos horas y en ese trayecto me contó la
historia, de la paciente que dentro de poco debería de ver.
Se trataba de una paciente
de la sierra, que vivía en las alturas, blanca de ojo verdes. Resulta que en
algunas partes de la Sierra se encuentran poblaciones de piel blanca y ojos
claros, como es el caso de los Morochucos, que habitan en las alturas de Ayacucho
que son descendientes de los almagristas que huyeron de los persecución del los
pizarristas, refugiándose en la alturas.
Pues bien esta paciente
que le pondremos el nombre de Genoveva, tenía un hijito que se parecía a
ella, blanco y de ojos verdes. Que tenía en esa época del incidente, seis meses
de nacido.
El jefe de la base militar de la zona se enteró que
en ese caserío vivía una mujer blanca que tenía un hijo blanco de ojos verdes y
se le encendió la codicia.
Pensando en los 50,000
dólares que podía ganar se dirigió de frente al caserío. Ante el asombro y
temor de los pobladores entraron disparando , dando vivas al gobierno, al APRA
y a Alan García, eran militares apristas .Como estaba bien informado se dirigió
de frente a la casa de la campesina, a patadas derribó la puerta..
-Donde está tu hijo carajo
El instinto de madre funcionó de inmediato, vio a su hijito en
peligro.
-Cual hijo papay?
-Concha de tu madre, tu hijo
mierda- y de un bofetón hizo sangrar a la campesina
-Aquí no hay ningún hijo
-¿Que? habla concha de tu
madre , o te jodes
-No sé de que hablas
Patadas, puñetes, culatazos.
–Habla mierda, habla. El oficial desesperado al ver que se
les escapaban los 50,000 dólares masacró a la mujer, quien en el suelo torturada y ensangrentada negaba la
existencia de niño alguno
-Habla o te violamos mierda
Al desnudarla notaron que de
los senos salía leche.
-Si no tienes ningún hijo
porque tienes leche en las tetas mierda?
-No se porque, no se por que
Mas golpes patadas
culatazos. En el colmo de lo codicia el oficial cogió una olla donde la
campesina cocinaba y la amenazó, con quemarla
-Donde está el niño o te
quemo serrana de mierda concha de tu madre.
-No se de que niño hablas
Y le arrojó el agua hirviendo
Quemada, golpeada, violada, la madre es siempre madre
-Así que no tienes hijo?,
chupenle las tetas que su hijo se muera de hambre, no le dejen leche.- ordenó a
los soldados.
Convencido que la mujer
estaba dispuesta a morir antes que
delatar su hijo se la llevaron detenida
por terrorista.
Al llegar al cuartel la
siguieron torturando y violando y ella siempre
negó tener hijo alguno. Después de ello le enviaron a Lima donde al
llegar de nuevo la torturaron y violaron, hasta que Pepe se hizo cargo de su
caso y logro sacarla de la cárcel.
Y que fue del niño blanco?
Momento antes de la llegada de los militares,
la abuela se había llevado al niño para cuidarlo, porque Genoveva tenía que
recoger algunos productos de su chacra y llevarlos al mercado del pueblo.
No faltó alguno de los
vecinos que vio lo que ocurría y corrió a
avisarle a la abuela, quien cogió al bebe y huyó al monte llevando a una
cabra con su cría para poder dar leche al bebe. Estuvo escondida días, y
después con ayuda de algunos vecinos del
caserío huyo a Lima donde tenía algunos familiares. Viajando solo de
noche, evitando los puestos de control, siempre con la fiel cabra no paró hasta
llegar a Lima.
Al llegar al pueblo joven entramos a una casucha
miserablemente pobre, construida con
esteras, maderas y cartones.
Al ingresar a la casa ví a
una mujer blanca sentada en la humilde cama, que me miro con gratitud con unos ojos verdes. Sostenía sobre sus
rodillas a un niño blanco que me miro con ojos verdes llenos de inocencia, La
mujer abrazaba con ternura al niño que tendría
un año y medio de edad aproximadamente, mientras le daba de comer.
Saludé:
-Hola
-Él es el doctor Grillo,
ella es Genoveva
-Hola Genoveva.
Luego procedí a examinar a la madre y al niño.
El niño estaba en muy buenas
condiciones, se notaba los cuidados de la abuela. La madre presentaba dolores
articulares, que eran consecuencias de las torturas.
Tras terminar el examen
clínico y dar las indicaciones del caso di por terminada la consulta .Al
despedirme la mujer me preguntó :
-Cuanto le debo doctor?
-No me debes nada hija, mas
bien quédate con estas medicinas para tu niño por si las necesitas y cualquier
cosa que necesites me lo mandas a decir a través del doctor Pepe.
Le entregue lo que tenia, y
me sirvieron una sopa llamada patasca.
Al salir vi una cabra echada en un rincón.
-Esa es la cabra de la
historia, ahora es miembro de la familia- me dijo Pepe.
Camino al paradero de
las combis caí en la cuenta que tras
darle dinero para sus medicinas no tenía ni para el pasaje, de modo que Pepe me
prestó para pagar el pasaje en micro
hasta mi casa. Mejor dicho me regaló para el pasaje, porque nunca tuve ocasión
de devolvérselo.
Es por episodios de este
tipo, que siempre he sentido un gran
rechazo y un profundo desprecio por los apristas.
Capitulo 13
El Viejo Verde
Este episodio de un caso
clínico dio origen a mi libro que lleva por
título “El Síndrome del Viejo Verde, Estudio sobre la Andropausia, el
Climaterio Masculino”.
Resulta que en mi época de
estudiante de medicina, cuando hacia mi rotación por el servicio de
endocrinología llegó un paciente, que se notaba muy nervioso, ansioso.
-Doctor, mire usted, como
decirle, pero yo…yo… mire sabe que…
Cuando un paciente
varón le da tantas vueltas, es más que
seguro que se trata de problemas sexuales.
-Señor hable usted con toda
confianza, aquí estamos para servirle, no tenga usted vergüenza.
-Mire doctor, resulta que
yo… que yo… que yo, tengo…tengo…relaciones sexuales cada15 o 20 días, a veces
estoy hasta un mes, sin tener relaciones sexuales.
-¿Que edad tiene usted?
-75, si 75 años
-Mire señor su rendimiento
sexual esta dentro de la estadística. En algunos la frecuencia es mucho mayor y
en otros mucho menor, pero esos casos
son excepcionales. Usted está dentro de lo normal, no tiene ninguna enfermedad,
salvo que los exámenes revelen algún problema
- ¡Un momento doctor!,
cuando yo era muchacho con cuatro mujeres al mismo tiempo, una al lado de la otra.
-Si señor, cuando usted era
muchacho, pero ya no es muchacho. Su frecuencia sexual está en los libros como normal.
-Doctor vea usted, yo he
estado con una muchacha, y creo que ha habido problemas entre nosotros a causa
…de que …yo…de que yo…
-¿Que edad tiene la dama?
-22 años
-¿22 años?
-Mire doctor:
Y el hombre me narró cual
era su problema de fondo.
Resulta que este hombre
idiota, había estado con una muchacha de
22 años, a la cual le había comprado un departamento, un automóvil del año,
muebles de la marca 501, alfombras persas, equipo de sonido y aire
acondicionado en todo el departamento. Incluso puso grandes espejos en las
paredes y el techo del dormitorio.
Cuando la muchacha tuvo todo eso, se casó con un muchacho de su edad,
le cambió la cerradura a la puerta y botó al viejo
-Me he casado y ándate de
aquí, no vuelvas y no quiero verte
más.
Así, ni más ni menos.
-Señor, ¿usted sabía que esa
relación se iba a terminar en algún momento?.
-Porque fíjese usted doctor
que hermosos muebles le compré.
-Señor ¿usted sabía que esa
relación tarde o temprano se iba a terminar?.
-Las joyas que le regalé, salíamos de viaje, fuimos a
Macchu Picchu y….
-Señor, yo le he hecho una
pregunta y usted no me contesta, ¿usted sabia o no que esa relación tarde o
temprano se iba a terminar?.
-Ella decía que me quería,
que me amaba intensamente.
-Ella podía decirle
cualquier cosa, pero usted ¿sabía o no sabía que esa relación se terminaba en
cualquier momento?.
El viejo no podía aceptar
que había vivido un autoengaño.
-Doctor yo era empresario,
tenia 5 locales comerciales. Por ella
ahora no tengo ninguno, estoy arruinado, mi esposa me ha botado de la
casa y mis hijos me desprecian, no me hablan.
Los hijos no le hablaban por
la sencilla razón de que los había dejado sin herencia, y no por motivos de
principios ni de moral.
El hombre estaba al borde
del colapso.
La persona Máximo Grillo
pensaba “bien hecho, por viejo idiota”;
pero el estudiante de medicina Máximo Grillo tenía que resolver el problema de
paciente y salvarle la vida.
Tuve que hospitalizarlo para
evitar que se suicide.
La lección que saqué de este
caso, es que en estas situaciones hay un proceso de autoengaño. El paciente a
la vejez quiere pensar que lo aman, que las muchachas lo prefieren por su
experiencia “yo sé tratar a las mujeres” es el argumento.
Quieren vivir lo que no
vivieron de joven y se aferran a una ilusión emocional sin darse cuenta que lo engañan y se engaña a sí mismo.
¿Como puede alguien
engañarse a sí mismo?. El autoengaño es la más grande y peor falta de
honestidad y de honradez.
El hombre que se mete en ese
tipo de situaciones debe de saber que está pagando servicios prestados y no
creer que lo aman con locura, porque el único loco además de idiota es él
mismo.
El día que le dieron de
alta, estaba mas tranquilo. El diazepán y los antidepresivos habían hecho su
trabajo.
-De aquí a donde se va?-le
pregunté
- A la casa de mi hermana.
Ella tiene un negocito y la voy a ayudar.
-Que le vaya bien
-Y además voy a reconquistar a Adela (así se llamaba la muchacha), Ya verá
doctor, ya verá.
-Que viejo mas imbécil-
pensé.
Capitulo 14
EL CRIMEN HORRENDO
Yo odiaba las guardias en el
hospital. Metódico, me acostaba muy temprano y me levantaba muy temprano.
Pasarme toda la noche en vela en el
servicio de emergencia no me hacía ninguna gracia, pero había que cumplir
porque era nuestra obligación como estudiantes de medicina.
Durante el toque de queda la
afluencia de pacientes era poca, pero nunca faltaban los pacientes,
generalmente victimas del toque de queda.
Puras tragedias.
¿Cómo se llegó a ello?
Una mañana realizamos una bulliciosa y violenta marcha
estudiantil. Pero la policía no se acercó a reprimirnos como era costumbre, no
había a quien tirarle piedras. Qué cosa tan aburrida.
Así que los planificadores
de las manifestaciones estudiantiles, sesionamos para analizar la situación.
¿Era una nueva táctica del gobiernos, porque no aparecía la represión?, cuidado
con los nuevos métodos del gobierno. Cuidado, hay gato encerrado.
En la noche, los agitadores
de costumbre estábamos cenando en el comedor universitario conocido por los
estudiantes como “La muerte Lenta”, analizando los acontecimiento del día,
cuando uno de los muchachos llegó con la noticia
-Hey, los tombos (policías)
esta de huelga
-¿Que cosa dices?
-Los tombos están de huelga,
por eso no nos reprimieron, están reuniéndose en el local de radiopatrulla en
la avenida 28 de Julio.
-¿La policía de huelga?. Que
cosa mas rara. Cuidado con los trucos del dictadura.
Ese local se encontraba
cerca del comedor universitario, de modo
que varios de nosotros nos apersonamos para ver de que se trataba, Era una
sorpresa mayúscula.
Al llegar nos percatamos que
el local estaba rodeado de tanques de guerra, y una gran cantidad de policías
llegaban a local totalmente desarmados.
Eso fue un error gigantesco, porque les costó un gran numero de muertos.
Nos pusimos a hablar con los
policías y ofrecerles el apoyo del estudiantado revolucionario en apoyo a sus
demandas, que eran básicamente económicas. Hasta el día de hoy los sueldos de la policía en el Perú son increíblemente miserables, y
ese es el origen de la corrupción policial, porque con esos sueldos no puede vivir nadie.
Los policías estaban convencidos que en horas sus pedidos
serian resueltos.
-El general va a venir a ofrecernos los nuevos aumentos-
nos dijo un guardia.
-Esto se resuelve en pocas
horas-dijo otro.
Había optimismo entre esa
pobre gente.
Pero yo siempre he desconfiado
de las promesas del enemigo
-Pero están seguros de que
no los van a atacar?.Sino para que están esos tanques.
-Por precaución. No va a
pasar nada. Estamos desarmados.
-Mire guardia, no peguen los
ojos y observen bien. No sea que en el momento menos pensado los ataquen.
-Estás loco muchacho, eso no
va a pasar. Estos universitarios. Todo
lo ven bronca y violencia. Estudien tranquilos carajo.
-¿Que crees Grillo?-preguntó
un ferista.
-Los van a atacar cuando
estén durmiendo y les va a sacar la mierda. Esto va a ser una masacre, y estos
cojudos no se dan cuenta y están desarmados.
-Estás loco, no escuchaste
al tombo? .Ahora les resuelven sus problemas. La reacción no se va a pelear entre ellos. Se unen y
organizan para lucha contra el pueblo.
-Sí, pero aquí hay otras
cosas, otros intereses y estrategias. Veremos que pasa.
Como era tarde me fui a
dormir, pensando a que hora los atacarían y cuantos serian los muertos. En esas
época yo vivía en los Barrios Altos cerca de la facultad de medicina y por lo
tanto relativamente cerca del local de radiopatrulla.
De repente en plena
madrugada:
Rattatatatatat, bang bang
bang bum bum bum, las ametralladoras, los disparos, los cañonazos de los
tanques. Todo el barrio se despertó y salieron a las calles, los que tenían familiares
policías empezaron a llorar. Los tiros duraron horas mientras la gente se
arremolinaba cerca del local de radio patrulla preguntando sobre sus familiares
y eran dispersados a balazos.
La noticia corrió por toda
la ciudad. A las 7 de la mañana salí para ir a clase en el Hospital Loayza,
tuve que desviarme de la trayectoria, por que los tanques no dejaban pasar y
tuve que caminar un montón para llegar al hospital. Las clases se habían
suspendido. Al regresar tuve que atravesar todo el centro de Lima y por
consiguiente fui testigo de los saqueos de los muertos las peleas etc.
Al salir del hospital me
topé con una turba que salía de local político del Apra .Iban con palos,
cadenas bidones con gasolina y pistolas. Los seguí desde una prudente distancia
hasta que llegaron al local del diario El Expreso, lugar donde los esperaban
.Los del El Expreso habían levantado barricadas con las bobinas de papel y
algunos muebles. Se armó un tiroteo .Pero el diario El Expreso tenía una puerta lateral que
empezó a incendiarse.
A pesar del resistencia
organizada por los del El Expreso, fueron superados por el número, llegando a
abandonar las barricadas hechas con las
bobinas de papel. Se replegaron dentro del local, y cuando se comenzaba a
rociar con gasolina la puerta principal del local alguien gritó:
-Los tanques, los tanques.
Acto seguido sonaron las ametralladoras, los disparos de
fusil y los cañonazos de los tanques que
subían por el puente Santa Rosa. La multitud espantada salió corriendo mientras
algunos eran alcanzados por las balas y quedaban tendidos, llenos de sangre. De
esta forma se salvó el local del diario El Expreso.
Al llegar la plaza San Martin, el local del club
militar estaba en llamas, al subir por el jirón de La Unión fui testigo de los
saqueos y existía en esas épocas una
tienda que se llamaba Monterrey y que era saqueada por multitudes, cuando de
repente se escucharon disparos. Eran los
militares que disparaban sobre los saqueadores, vi caer gente ensangrentada,
heridos de bala que se arrastraba
dejando regueros de sangre, soldados que remataban a los heridos,
recogían los productos saqueados y se los guardaban. Al llegar a la esquina
de Emancipación con Carabaya, escuche
disparos y vi aparecer doblando la
esquina a toda carrera a un hombre que portaba un gran maletín; detrás del
hombre dobló la esquina un camión militar; dispararon sobre el sujeto que cayó
fulminado al suelo totalmente ensangrentado, y al caer el maletín que llevaba
se abrió y salieron un monto de joyas. El capitán que dirigía el camión de
donde salieron los disparos para el hombre, se
bajo, recogió el maletín con joyas y se lo llevó. Mato al ladrón para a su vez robarle.
Regresé sobe mis pasos y por
precaución me puse mi mandil de médico, que con mi barba me daba la apariencia
de profesor y creo que eso me salvo la vida varias veces, pero también dio
lugar a que me llamaran de todas partes para que atendiera a los heridos en
plena calle.
Al llegar a la avenida
Wilson vi como incendiaban al diario El Correo, mientras los periodistas afines
al gobierno salían escapando por detrás del edificio, y por otro lado un gringo extranjero
espantado con lo que veía se acercó a
los manifestantes diciéndoles que
permitieran salir a los ocupantes del edificio. Los manifestantes saqueadores,
que eran todos apristas casi lo linchan. Al día siguiente los imbéciles de los
periodistas del gobierno publicaron las fotos del gringo rodeados de los linchadores y dijo que era un agente
norteamericano que dirigía y daba órdenes a los saqueadores y que esa foto era
la prueba. Así eran de imbéciles los periodistas del gobierno.
De repente apareció el
búfalo Pacheco manejando una moto, seguido por varios apristas mas también en
motos, danto instrucciones y dirigiendo el incendio del diario El correo.
Al pasar nuevamente por el
jirón De La Unión, observé varias tiendas objeto de saqueos, incendios, muertos
tirados en las calles, heridos que pedían ayuda, totalmente ensangrentados,
cuando de repente apareció un camión con
soldados y la gente huyó espantada,
mientras los soldados disparaban cayendo
varios heridos, y rematando a los heridos.
-Doctor, doctor ayuda, ayude
a mi hijo, lo han herido, lo han herido.
Pero eran heridas de balas
de ametralladoras, y el muchacho sangraba profusamente.
-Señora tiene que llevarlo
a un hospital, aquí no se puede hacer
nada, necesita una intervención quirúrgica , vamos a ver….
No seguí. El muchacho murió
en esos momentos.
Al llega al Mercado Central
, los comerciantes del mercado agrupados y armados de palos y agua hirviendo se
enfrentaban a los saqueadores, en una batalla verdaderamente bestial, se
golpeaban con palos, cuchillos, piedras, ladrillos y rugían como fieras. Nunca
había visto tanto salvajismo. En las peleas y saqueos participaban incluso las
mujeres, que eran las mas feroces por lo que pude ver.
En la avenida Abancay, las
tiendas y comercios eran saqueados, por las veredas y pistas de la avenida se
arrastraban montones de gente herida, todos
me llamaran:
-Doctor, doctor.
Mi mandil blanco, si bien me
salvó de que me mataran, trajo como consecuencia que multitudes de heridos me
llamaban pidiendo auxilio, yo nada podía
hacer, sin instrumental ni medicina alguna .Solo podía observar como
sufría y moría toda esa gente.
Por todas partes, también se asaltaba a simples
transeúntes para robarles, y en una
esquina de la avenida Abancay unos
sujetos violaban a una muchacha que gritaba desesperada, y los violadores
disparaban a todo aquel que salía en defensa de la infortunada.
Era el salvajismo total.
Me dirigí a la facultad de
medicina a cuyo costado funcionaba y hasta ahora funciona la Morgue Central de
Lima.
Un espectáculo propio de
películas de terror.
Frente al local de la
morgue estaba un camión lleno hasta
arriba de cadáveres sangrantes. La sangre caía de todas partes del camión. El
camión chorreaba sangre por todas partes, y la sangre que chorreaba se estancaba debajo del camión frente a la
puerta de la morgue. En el camión había cadáveres de hombres, de mujeres y de
niños.
Siempre he sido un hombre de
sangre fría y nada me produce espanto, pero la verdad es que ante semejante
espectáculo me quedé pasmado. Nunca antes había
visto algo semejante. Por todo lo que vi puse en duda ese día aquello
que me habían enseñado mis padres, de que el hombre era un ser racional y
pensante. Eso era un error de mis padres. Solo vi salvajismo.
Según cifras oficiales se
saquearon 162 tiendas y solo hubo 86 muertos, pero eso en mentira, los saqueos
fueron mucho mas y los muertos fueron
muchísimo mas, a los que hay que añadir los muertos del toque de queda que duro
años.
Incluso se ocultó la
cantidad de policías muertos en la toma
de radio-patrulla.
Por todas partes había muertos, heridos, saqueos,
charcos de sangre, hasta que llegue a mi casa. Todos los vecinos del barrio
participaban en los saqueos de las tiendas del barrio, a pesar de que eran
conocidos de los comerciantes e incluso amigos.
Un japonés que llegó a su
tienda y pretendió parar el saqueo fue muerto a golpes delante de mis propios
ojos. Otro japonés, con la cara pintada de negro arrojaba agua hirviendo a los
asaltantes, mientras sus acompañantes lanzaban piedras a los saqueadores. Solo
la botica del barrio se salvó, por la sencilla razón de que algunos del barrio
trabajaban en dicha botica y salieron a defenderla.
En otra tienda disparaban
desde dentro de ella y las balas atravesaron la cortina de fierro hiriendo a
algunos saqueadores. El espectáculo era infernal.
Al llegar a casa mis padres
y mi hermanita me recibieron alborozados:
-Hijo estas vivo –dijo mi
madre
-Hermanito, hermanito- mi
hermana
-Ten cuidado hijo – dijo mi
padre. Hemos escuchado cosas espantosas en la radio.
Al asomarme a la ventana ví
a los saqueadores correr por todas
partes llevando ropas, electrodomésticos televisores, maquinas de coser y hasta
fierros viejos y ropa ensangrentada.
En eso la radio dijo:
-Se convoca con carácter de
urgencia a los médicos, enfermeras y estudiantes de medicina acercarse de
urgencia a sus sedes.
Así que nuevamente me puse
mi mandil de estudiante de medicina y me dirigí al hospital 2 de Mayo, que
quedaba cerca de mi casa, mientras mis padres y
mi hermanita quedaron rezando.
En el trayecto al hospital vi filas de saqueadores
tumbados en el suelo, capturados por los soldados, que eran golpeados por estos
y a otros los remataban a tiros, incluido a
las mujeres. Una mujer gritaba a alaridos e insultaba a los soldados
mientras estos la golpeaban y luego la mataron a balazos. Un chiquillo de unos
12 años que salió corriendo la abatieron a tiros. El mandil de médico me salvó de cualquier ataque.
Al llega al hospital,
observé un espectáculo dantesco: en el
servicio de emergencia habían cadáveres amontonados. El personal no se daba a
abasto para atender tantas desgracias. En
el suelo había entre otros el cadáver de una mujer embarazada
acribillada a tiros y del vientre asomaba el feto; un hombre de unos 35 años se
miraba los muñones donde antes habían estado sus manos que habían sido
cercenadas por las balas de las ametralladoras.
Los heridos estaban por todos
los ambientes del hospital, hasta en los locales administrativos. Todo era un
espanto.
Al día siguiente y los
posteriores, delegaciones de policías se acercaron al comedor universitario y a
los centros de estudiantes a pedir apoyo.
Los que días antes nos
reprimían con balas, bombas lacrimógenas y
golpes, ahora nos pedían apoyo y los estudiantes se los dimos. También
hubo infiltrados. Un presunto policía, pero
que era un miembro del servicio de inteligencia que se hacía pasar por
policía, en pleno mitin de rechazo a la matanza, fue reconocido por un ferista,
hijo de un policía. Los demás policías se le fueron encima, y con ayuda de los
estudiantes le dieron una paliza al soplón.
Pero el espanto no terminó
ahí, sino que el gobierno impuso el toque de queda.
Todas las mañanas, los
estudiantes de medicina pasamos por el servicio de emergencias médicas para
ayudar a nuestros profesores en atender a las innumerables victimas del toque
de queda. Todos los días habían heridos, muertos, violadas y violados etc. No
hubo un solo día, en que no encontráramos victimas del toque de queda durante los años en que este duró.
En una madrugada estando de
guardia, en pleno toque de queda trajeron a un niño de 10 años abaleado.
Resulta que el toque de queda empezaba a las 10 de las noche. El niño, junto
con otros menores, todos de 10 a 8 años de edad, que nada saben de toque de
queda y de razones políticas, estaban
jugando con la pelota, cuando paso un camión del ejército, que apenas
los vio jugando abrió juego. Mato algunos y
a este lo hirió. Pero a pesar de
los cirujanos murió a poco de llegar al hospital. Hay que ser muy bruto para
ametrallar a unos niños que juegan con
la pelota.
Otra vez, a las 6 de la
mañana, que era la hora en que acababa el toque de queda, llegó una muchacha,
con las piernas ensangrentadas. Resulta que se le hizo tarde y estando cerca de
la hora del toque de queda, se dirigió a la comisaria de la policía, con la
idea de pasar sentada la noche y de este modo evitarse problemas. Los
policías la violaron.
Llegó llorando, la falta
rota, sin calzón y las piernas ensangrentadas hasta las rodillas. Rogó a los
policías que no la mataran, les dijo que su padre era sargento de la policía y
de que tenía hermanos policías. Eso la salvó.
Otra noche llegó un muchacho
negro de unos 22 años, con el tórax
sangrando y tosiendo, y con cada tos botaba sangre. Le habían disparado
por la espalda. Yo le atendí personalmente y mientras trataba de escuchar sus
pulmones tosió fuertemente y expulsó
junto con la sangre la bala que le había disparado .Era una bala de fusil.
Lo pasamos de inmediato a la
sala de operaciones pero murió.
En otra oportunidad llegó un
muchacho de unos 17 años. En pleno toque de queda lo detuvieron personal de
infantería de marina, y lo violaron, además de masacrarlo a golpes.
También llegaban familias
completas víctimas de los soldados, que se metían en las casas a robar atacando
a todos los habitantes de la casa.
En el colmo de la idiotez,
cuando paso por el Perú el cometa Halley, nadie pudo verlo, porque estaba
prohibido salir a la calles a mirarlo.
Cerca de la facultad había un edificio, y los
vecinos subieron con telescopios a mirar el paso del cometa, pero fueron
desalojados a tiros y casi matan a varios. Me irritó sobre manera que me
prohibieran ver el cometa .Tendría que
esperar 70 años para que pase de nuevo por la Tierra.
Pero lo que rebalsó
el vaso fue una noche fría de invierno cuando estaba de guardia junto
con otros muchachos de mi promoción.
Estaba dormitando cuando la
sirena de un patrullero sonó a la puerta del hospital
-Maldición, otro víctima del
toque de queda –pensé.
Me levanté de mala gana,
cuando vi entrar a un policía trayendo en brazos a un bebé ensangrentado, y
detrás de él dos policías traían cargada una mujer medio muerta ensangrentada.
¿Qué había pasado?.
Resulta que la dictadura
había dado una norma , por la cual todo aquel que tenía una emergencia médica podía salir a la calle portando un
palo con una sabana o bandera blanca y dirigirse a un hospital.
La mujer, de repente sintió
dolores de parto, y salió con su marido, con un palo de escoba donde había
amarrado un pedazo de sábana blanca.
Para su mala suerte se topó con unos soldados que mataron al
marido y le robaron hasta los zapatos, mas encima violaron a la parturienta.
Cuando pasó por la zona el
patrullero de la policía encontraron al
hombre muerto a tiros, al bebe que había nacido solo con la placenta aun pegada
y a la mujer a muriéndose desangrada.
Con las justas salvamos a la mujer y al niño.
Ese caso ni siquiera se
anotó en el libro de las emergencias, para no dejar rastros que pudiera causar problemas al gobierno.
Enfurecido fui a hablar con el médico jefe de la guardia
-Profesor, hay que denunciar
tan espantoso crimen
-Tranquilo Grillo, Hay que
evitarse problemas con el gobierno. Tú sabes como son estos militares.
-Pero profesor no podemos quedarnos callados ante crimen tan
espantoso.
-Grillo, Grillito, tranquilo
hijo. Lo que pasa es que eres muchacho
idealista, pero hay que ser más maduro y evitarse problemas, tienes que madurar
muchacho, tienes que ser responsable.
O sea, que protestar y denunciar crímenes tan espantosos es ser
chiquillo idealista y guardar silencio es ser maduro y responsable.
Yo no estaba dispuesto
aceptar semejante hipótesis, de forma de que indignado fui a San Marcos, donde
los muchachos del FER, a quienes referí lo ocurrido. El episodio causó tanta
indignación, que los muchachos FER formamos un grupo, al que llamamos los
Fedayines Rojos,
Durante las noches de toque
de queda, salíamos atacar a los soldados en las afueras de Lima y en algunos
distritos que estudiábamos primero, protegidos por la oscuridad de la noche.
De esta forma descubrimos
que esta gente cuando eran atacados no peleaban, sino que huían despavoridos.
En una oportunidad, un pobre vago que dormía entre unos matorrales al escuchar
la balaceara salió corriendo. Los soldados lo acribillaron. Llegaba un soldado
y le descargaba toda la cacerina, luego venia otro y hacia lo mismo y otro mas
y otro mas. Eran víctimas del pánico.
En mi casa mis padres y mi
hermanita estaban seguros que su querido y precioso hijito y hermanito estaba
atendiendo en el hospital. Nunca se imaginaron
en que estaba metido.
Nunca los periódicos ni la televisión dijeron jamás nada sobre esos hechos.
En esas épocas no existía
Sendero ni el MRTA. Nosotros fuimos son antecesores.
De esos episodios han pasado
como 40 años y ya no me acuerdo como se llamaban los muchachos y muchachas,
verdaderos héroes anónimos del pueblo.
No los he vuelto a ver, desde
que salí de la universidad. Pero quede testimonio de que en esas épocas
aciagas, hubo un grupo de universitarios Sanmarquinos que defendieron al
pueblo, en forma anónima y pusieron en peligro
estudios, libertad y vida para
salvar y proteger al pueblo. Me siento
orgullo de ellos y de mi mismo, porque supe cumplir con mi deber de FERISTA.
Capítulo 15
LAS TORTURADAS.
Tigre, con ese nombre lo
conocía, era un muchacho ferista, bastante valiente y combativo. Siempre estuvo en todas las luchas
y movilizaciones que organizaba el FER. Parco, era poco comunicativo y siempre
estaba serio. A diferencia de muchos feristas que como yo eran extrovertidos y
bulleros, Tigre guardaba reserva y observaba. Pero eso no tenía importancia, lo
principal era que siempre fue un buen luchador y consecuente con la
organización.
Dejamos de vernos cuando salimos de la universidad.
Muchos años después, una
tarde que salía apurado de mi trabajo en el
Centro de Salud de Breña, pensando en el almuerzo que Julia me había
preparado: suchi, un especie de pescado chicloso con algas, fideos de arroz y
otras delicias japonesas, cuando escuché una voz a mis espaldas:
-Grillo, Grillo
-Tigre, a los años, que
gusto verte,
Nos dimos un fuerte abrazo
-Que haces por aquí Tigre?
-Vine a buscarte
-Que bien, dime en que puedo
servirte?
-Er..mira Maximo…. en primer
lugar no quiero que te sientas obligado, sino puedes hacerlo, nosotros
comprenderemos y de todos modos te
quedaremos agradecido.
-Habla, ¿de que se trata?
De esta forma me enteré de
cosas de las cuales no tenía la menor idea. Me
enteré que en la época del estado de emergencia, además de Sendero
Luminoso y del MRTA, en el país operaban 4 ó 5 grupos subversivos más, los
cuales nunca jamás se dieron a conocer.
Su principal arma era su
total anonimato.
Incluso cuando realizaban
sus operaciones dejaban panfletos de Sendero Luminoso y del MRTA, para
despistar, de forma que sus acciones eran achacadas a Sendero y al MRTA.
Tigre pertenecía a uno de
esos grupos anónimos.
Resulta que a causa de la
represión indiscriminada de la policía y de las fuerzas armadas, una muchacha del grupo de Tigre, había sido
detenida, y tras ser torturada y violada le habían introducido una granada de
guerra en el ano, para que volara en pedazos. Por alguna razón la granada no
explotó y lo que querían era saber si yo
podía operar a la víctima y sacarle la granada.
-Si, si puedo, claro que si,
vamos de una vez.
¿Y mi pescado chicloso con
algas, mis fideos de arroz y todas las
cosas ricas japonesas que me había
preparado Julia?
Bueno podían espera, cuando llegue a casa le diré a
Julia que lo caliente en el microondas.
Subimos a un carro que nos
esperaba y tras un montón de vueltas y contra vueltas llegamos a una
urbanización. Al ingresar me llevaron al segundo piso donde estaba la víctima.
Se trataba de una niña campesina andina de unos 11 años, con las típicas mejillas
sonrosadas de las niñas andinas recién bajada de la Sierra.
Estaba boca abajo y cubierta
por una sabana.
Al descubrirla pude ver que
alrededor de las nalgas había sangre, y al separar las nalgas pude observar la
granada que asomaba entre los coágulos de sangre y rastros de excremento.
Mi preocupación no era que
la granada explotara y me matara, sino que me volara las manos.
-¿Alguien tiene dedos
fuertes?-pregunté.
- Yo-dijo un muchacho
-Mira, sujeta con fuerza la
manija de la granada, porque sino
explota
Apretamos las nalgas para
hacer presión y evitar la explosión, mientras el voluntario metía sus dedos,
agarraba y apretaba la manija de la gradada.
Poco a poco fuimos sacando
la granada hasta que fue posible colocar un clavo como seguro y evitar la
explosión.
Acto seguido limpié,
las heridas con bastante agua oxigenada.
Pero había un problema, no teníamos anestesia
Pero había un problema, no teníamos anestesia
Prácticamente estuve como
tres horas para reconstruir el ano, el recto y la vagina de la niña campesina,
la cual no grito, ni lloró, pero las
lagrimas le corrían por la mejillas en silencio, mientras su madre la consolaba
a hablándole en quechua.
Al terminar, yo estaba
empapado en sudor a pesar de ser invierno. Tigre me explicó que esa tortura de
colocar granadas y explosivos a los torturados, era una nueva forma de tortura
traída por los judíos israelitas traídos por Agustín Mantilla ministro del
interior del primer gobierno de Alan García. Resulta que el tal Agustín
Mantilla, posteriormente encarcelado por corrupción, filmado mientras recibía
dinero de Montesinos para la campaña electoral del Apra, había traído lo que él llamaba expertos en lucha
contraterrorista, desde Israel , además de comprar armas a Israel para la
guerra contrasubversiva.
Estos judíos llegaron a
abrir un gimnasio de artes marciales, donde entrenaba los paramilitares del
Apra, tales como el llamado comando Rodrigo
Franco. Las espantosas torturas aplicadas a los palestinos, que horrorizaron al
mundo entero, primero fueron ensayadas
aquí en el Perú, por los agentes
torturadores judíos, y aplicados a los presos políticos.
Hasta que los del MRTA se
enteraron del asunto y le metieron un bombazo al gimnasio, tras lo cual los
judíos torturadores huyeron
despavoridos.
-Grillo, un vaso de vino?
-No gracias no tomo bebidas
alcohólicas ni fermentadas
-¿Un cafecito caliente?
-No gracias no tomo café ni
consumo azúcar.
-Bueno , que quieres tomar
-Una gaseosa helada.
-Me llevaran a mi casa. Mi
mujer me espera con pescado chicloso, algas y fideos de arroz.
--Maximo, podrías atender a
un paciente mas?
-Sale, donde está?
Resulta que la tal casa era
mas bien una especie de hospital.
Me trajeron a una mujer de
unos 60 años, que cojeaba al caminar.
Había estado torturada por
días, colgadas de unas cadenas siendo utilizada por los judíos
torturadores como objeto de enseñanza para los torturadores apristas peruanos
de la policía.
En su desesperación e
ingenuidad la pobre mujer rezaba y le pedía ayuda al Señor de los Milagros para que le alivie los dolores, lo que le
producía risas y burlas a los torturadores judíos
-Rezare a ese cabrón, sino pudo bajar de la cruz a lo mejor te saca
a ti de las cadenas-se burlaban los judíos israelitas torturadores de la pobre
mujer.
Las oraciones deben de haber
hecho efecto, porque la mujer sobrevivió, pero quedó bastante mal a
consecuencias del obrar de los torturadores judíos.
Antiinflamatorios,
analgésicos y recomendaciones de fisioterapia y no se podía hace nada más.
-Maximo .disculpa, pero por
ahora no tenemos para pagarte tus servicios profesionales, estamos mal de
economía.
-No te preocupes, ya me
pagaran cuando puedan, lo principal es el paciente y su bienestar.
-Gracias Grillo, no esperaba
otra cosa de ti.
Me dejaron cerca de mi casa.
Durante el trayecto, Tigre y yo recordamos viejos tiempos de nuestra época de
estudiantes agitadores. Del grande, único autentico, verdadero
y glorioso FER.
A llegar a casa Julia
protestó
-Donde has estado, toda la
comida está fría.
-Disculpa chinita, fue un
trabajo médico de urgencia. Pero no es problema, ponlo en el microondas.
Julia siguiendo sus
costumbres japonesas me bañó, me hizo sus masajes relajantes japoneses Siatzu,
me empapó con mi colonia cítrica después
del baño y sirvió mi comida de pescado chicloso con algas, mis fideos de arroz,
y me quedé dormido como una piedra. Recién en la mañana pude responder los
tratos cariñosos de mi mujer.
Han pasado muchos años de
esos episodios, y hasta la fecha, Tigre y su gente, no me han pagado mis consultas. Seguro siguen mal
de economía.
Tigre, cuando puedas,
visítame.
Capítulo 16
EL DIABLO VISTE LA MODA, USA
CALZON Y REGALA BIBLIAS: LA PASTORA
Aquí en el Perú, las
iglesias evangélicas son una verdadera plaga. Todos los días salen las noticias
de pastor viola feligresa, pastor mata a rival, pastor se roba el dinero,
pastor jefe de banda de narcotraficantes, pastor asaltante de banco, pastor asesina etc etc.
Ya me tienen harto con eso.
De que hay evangelistas
honestos, los hay , pero son tan pocos , tan reducidos, que nadie los conoce.
No hace muchos días salió la noticia y el video en la
televisión de que el pastor de una
iglesia, “Pare de Sufrir” (así se llama la iglesia) un brasileño avispado, mostraba su casa en
la que tenia grifos de oro en el baño,
y afirmaba que eso era por voluntad de Dios que le premiaba por su labor
evangélica. Es el colmo.
Una vez al ir comprar en el
emporio comercial de Gamarra, observe que en un local funcionaba una iglesia
evangélica y que mientras el pastor parado en plena calle predicaba, la tal
iglesia estaba vacía.
Le comenté al vendedor a
quien le compré unos polos:
-La iglesia está vacía,
¿porque?
-El pastor le ha robado sus
ahorros a varios compañeros comerciantes, y nadie cree en él.
Y con el cuento de que el
Diablo los tentó, resuelven y justifican todas sus pendejadas.
Lo que ocurre, es que los
avivatos extranjeros y peruanos se han dado cuenta que la población
peruana es ingenua, con escasa cultura y sin ningún pensamiento
científico, o sea ignorante, dispuesta a creer
cualquier cosa y además supersticiosa y que aquí se puede hacer su grandes negocios.
Pero hay mucho mas, las iglesias evangélicas en el
Perú son sucursales de las iglesias evangélicas de los Estados Unidos, que es
lugar donde se encuentra las metrópolis de estas iglesias.
Las tales iglesias evangélicas son la base social del partido Republicano de
los Estados Unidos y obedecen sus mandatos. Es por eso que aquí en el Perú las
iglesias evangélicas apoyan la invasión a Afganistán e Irak y todas las
inversiones y agresiones del imperio. Simplemente cumplen órdenes.
El caso más emblemático es
el de Humberto Lay actual miembro del Congreso Nacional.
Resulta que este tal
Humberto Lay, tras una reunión de las iglesias evangélicas, cumpliendo indicaciones de las metrópolis
norteamericanas, fundaron un partido político y lanzaron la candidatura presidencial
de Humberto Lay.
En plena campaña electoral,
el Comité Ejecutivo de su partido evangélico, llamó a una conferencia de prensa e informó que
Humberto Lay, su candidato a la
presidencia de la República, era expulsado del partido por ladrón. Se
había robado según dijeron, el dinero de
la campaña y las computadoras. Un típico pastor.
Pero eso no fue todo, la
iglesia evangélica a la cual pertenecía
Humberto Lay, y de la cual también era
miembro de consejo directivo, llamó también a una conferencia de prensa
y público un documento en el cual notificaba que expulsaban de la iglesia a
Humberto Lay, por ladrón. Según dijeron se había afanado el dinero de Jesús y
los Santos Apóstoles.
O sea el Diablo vendiendo
cruces.
Estaba maldito por Dios y
por su partido.
Pero lo más curioso, es que el partido político de los
evangelistas, pocos días después comunicó que a pesar de haberlo expulsado por ladrón, igual iban a votar por él para
presidente.
¿Cómo se explica semejante
estupidez?.
Muy sencillo, eran las órdenes
de las iglesias evangélicas
norteamericanas. Humberto Lay era su candidato.
Son cosas que solo pasan en
el Perú.
Pero lo más asombroso fue lo
que pasó posteriormente.
Resulta que en las
elecciones del 2011, Humberto Lay fue elegido congresista del Perú, con los
votos de los evangelistas. ¿Y qué creen?. Como congresista de la república,
¡FUE ELEGIDO PRESIDENTE DEL COMITÉ DE
ETICA DEL CONGRESO DE LA REPUBLICA DEL PERU¡.
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Ya pues, no sean malos, no
me hagan reír tanto.
Son cosas que solo pasan en
el Perú.
En una oportunidad pretendió
presentarse una congregación evangélica
en la facultad de Derecho de San Marcos. Decidimos expulsarlos de la
Universidad. Pero vimos que estaban barriendo y limpiando el estadio de la
universidad que estaba hecho un asco, como siempre.
-Mejor esperamos que limpien
el estadio y luego los botamos-dije.
Así las cosas los demonios
evangélicos tuvieron el cinismo de
presentarse en la facultad de Derecho, donde justificaron la guerra de Vietnam,
las matanzas en defensa del evangelismo, la guerra contrasubersiva, las
acciones militares de la OTAN, las inversiones norteamericanas. Los estudiante
feristas los expulsaron violentamente de la sala de conferencias, de la facultad
de Derecho y del campus universitario, al grito de: ¡fuera demonios
imperialistas de San Marcos!.
Pues bien, esta es la
historia de La Pastora.
Resulta que a una de las
camas de la sala Julian Arce del Hospital 2 de Mayo llegó un paciente
evangelista con un cuadro de infección severa. Cuando fui a pasarle visita lo
acompañaba una sobrina, que pertenecía a la misma iglesia evangélica y que mas
encima era pastora de la iglesia.
Cuando me vio, me clavó la
mirada:
-Dios lo bendiga, hermano
-Ah?, que ?, gracias ,
muchas gracias por sus deseos.
-Soy Susana sobrina de su
paciente
-Va bien, se recuperará
-Dios misericordioso lo
guarde doctor. Él, el todopoderoso le ha dado el poder de curar, es un elegido
del señor.
Acto seguido me regaló unas
imágenes de su iglesia.
Al día siguiente, la sobrina
evangélica estaba al pie de la cama del paciente.
-Dios lo bendiga hermano
-Gracias, como se siente
el hombre?.
-Mucho mejor, hermano Dios
nos ampara. Tome hermano es para usted.
Se trataba de una Biblia
-Gracias, la leeré
La pastora no sabía que a
los 12 años de edad, sin influencia de nadie y solo por las lecturas que había
tenido y las reflexiones, me volví ateo absoluto. A esa edad me estudie la
Biblia de cabo a rabo con el objetivo de contradecirla en todos sus puntos. Me sabía la Biblia de
memoria.
Al día siguiente, Susana me
esperaba con un montón de folletos de su iglesia
-Dios lo bendiga. Puedo
hablar contigo?
Me llamó la atención el
nuevo trato que me daba, muy familiar.
-Claro
-¿Te puedo llamar Maximo?
-Si, claro
-Maximo ¿has sentido el
llamado del Señor?.Porque elegir ayudar al prójimo, es una virtud que solo se adquiere cuando se
escucha la llamada del Señor. He visto como atiendes a los pacientes. Eres
diferente a los demás
-Es responsabilidad
solamente.
-No. Eres diferente, veo que
sufres por tus pacientes. Sabes más que los demás. Eres un elegido del señor.
Tienes que venir a mi iglesia. Siento el llamado que el señor te hace.
La muchacha tenia buen
corazón, todas las mañanas se acercaba a las camas de los demás pacientes, los
consolaba con sus palabras, ayudaba a las enfermeras, ayudaba a lavar a los
pacientes, les regalaba estampitas y biblias.
-Dios es misericordioso y
perdona los pecados, acércate a Dios y te bendecirá. No temas Maximo Él
perdonará tus pecados.
-Un momento, yo no soy
ningún pecador. No tengo pecados. ¿Me va a perdonar mis pecados? ¿Cuales
pecados. Yo no tengo pecados.
-El hombre nace en pecado
-Susana, yo no tengo
debilidades, ni vicios ni pecados. Nunca me equivoco, siempre tengo razón y siempre
lo sé todo. ¿Está claro?.
-Solo Dios nunca se equivoca
y solo Dios lo sabe todo.
-Entonces soy una nueva
versión de Dios, no crees?
Susana se quedó con la boca
abierta del asombro. Nunca esperó tan audaz respuesta.
-La soberbia es un pecado.
-No es soberbia, es la
verdad. El día que yo me equivoque, te vas a la
iglesia a rezar, porque quiere decir que el fin del Mundo está cerca.
-Susana, yo me puedo dar el
lujo de repetir las palabras de Jesús “Quien me puede acusar de pecado”?. O
también las palabras del fariseo hipócrita “gracias te doy Señor por no ser como estos publicanos, que no han
leído las cinco tesis filosóficas del presidente Mao, no saben astrofísica ni
medicina ni filosofía, ni robótica, no tienen mis conocimientos ni mi
inteligencia”.
-Nunca he visto tanta
soberbia. Pero en el fondo eres noble Máximo, pero equivocado. Eso es porque no
quieres escuchar las palabras del Señor. Abre tu corazón a Dios. El te puede
cambiar, El te salvará. La humildad es propia
de los grandes hombres y de los santos. Jesús es el humilde cordero del
Padre que vino a salvar a los hombres de la soberbia del pecado. Máximo, la
soberbia es uno de los peores pecados, la soberbia aleja al hombre de Dios. La
soberbia fue el pecado de Lucifer, lo que lo convirtió en un rebelde.
-Yo no soy un santo, y no puedo aceptar que el que se
rebela contra la injusticia sea un
agente del Diablo.
-La santidad está al alcance
de todo aquel que escucha el llamado del Señor.
-Confucio decía “como es
difícil ser un santo, busquemos ser sabios”. Prefiero la sabiduría.
-Aquel que es capaz de tener
clemencia por los enfermos que sufren está en el camino de la santidad.
La verdad, es que me estaba
divirtiendo de sus creencias, pero sentía respeto por la mujer, en sus creencia
era honesta.
Pero Susana estaba resuelta
a salvar a mi alma pecadora, ó tal vez
quería salvar alguna otra cosa.
Note que cada día venia
mejor vestida, perfumada y arreglada. Como usaba faldas muy cortas, cada vez
que cruzaba las piernas se le veía el calzón. Estos eran blancos o celestes, y
por lo visto se los cambiaba cada día.
-Por lo visto eso no era
pecado para ella. O era un súcubo (demonio con forma de mujer), o bien no se
daba cuenta de los que hacía-pensé.
Si la pastora insistía en
convertirme para su iglesia, porque yo no hacia lo contrario y le daba folletos
del FER (Frente Estudiantil Revolucionario?.
De esta forma le regalé las
cinco tesis filosóficas del presidente Mao. Los escritos políticos militares
del presidente Mao etc.etc.
Lo cierto es que su dedicación
para ayudar a los pacientes me llamó la
atención. Era una buena samaritana.
-El amor de Dios todo lo
cubre. Dios conoce el corazón de cada hombre. Maximo tu eres especial. En el
fondo de tus ojos brilla la misericordia de Dios.
-No es para tanto, Susana.
Solo se trata de tener responsabilidad con el prójimo que sufre. Estoy lejos
ser un santo.
-Máximo tu te has acercado a
salvar a mi tío y a mi me tratas con respeto. Los demás estudiantes se me
acercan con otras intenciones, no son
como tu.
-Dios te ha dado el poder de
curar, eres un bendito del Señor. Eres un elegido.
-Porque te resistes a
aceptar el llamado de Dios?. Vamos a mi iglesia.
Todos los días se
acercaba para hablar de los artículos y
versículos de la Biblia .Empecé a darme cuenta que el interés de Susana no era solamente religioso. Sus ojos me decían otra cosa. Por
momentos se desesperaba al ver que sus prédicas no me convencían en absoluto.
-Cuando el Señor multiplicó
los panes y los peces, también multiplicó la capacidad del amor en los hombres.
No te resistas al llamado del señor, Máximo. Tu crees en la violencia para
salvar a los hombres de la miseria, yo creo en el amor de Dios por los hombres,
y en el amor de los hombres por su prójimo.
-Eres una ilusa Susana.
-Tú dices Máximo que te
preocupas por la gente pobre y por la miseria en la que vive la gente. La
pobreza la miseria, la explotación es obra del diablo. Al ayudar al prójimo
destruyes la obra del diablo. En nuestra iglesia nosotros también nos
preocupamos de los pobres. Ven y observa lo que hacemos. También es una forma de ayudar, en el nombre del Señor.
Hasta que mi mente siniestra
concibió la idea de que mejor iba a su iglesia que quedaba en una barriada pobrísima, hoy llamada Pueblo
Joven.
Hablaría con los muchachos
del FER, la“ Banda Roja” de mi promoción, podríamos hacer un trabajo político y
convertir a esa barriada en una base revolucionaria.
-Bien Susana, cuando vamos a
visitar tu iglesia?
Los ojos le brillaron de
felicidad y daba pequeños saltitos de pura alegría.
-Vamos este Domingo.
Ese Domingo Susana pasó a
recogerme al hospital.
Muy coqueta, con minifalda,
botas y perfumes se había puesto una blusa con un escote pronunciado.
-Sube Maxito, sube.
Estaba radiante.
El auto recorrió la ciudad
unas 2 horas hasta que llegamos al pueblo joven. Una barriada miserablemente
pobre con casa de esteras y pedazos de maderas y cartones. Al aproximarse el
auto a la barriada, Susana fue reconocida
-La hermana
-la hermanita
-llegó la hermana
-La hermana Susana
A medida que avanzábamos, una legión de andrajosos, mujeres niños,
hombres, corrían desesperados detrás del auto en que venía Susana, todo
llevando bolsas, costales.
Como había llovido el pueblo
joven estaba lleno de charcos de barro .Las gentes se caían en su loca carrera en
los charcos, embarrados, sucios, agitados corrían y gritaban :
-La hermana
-La hermana llegó
Y su número seguía
aumentando.
En eso noté que Susana se
había transformado, tomó una pose hierática, se transfiguró.
Al llegar a su casa, que
también era el templo, el auto se detuvo.
La casa-templo quedaba a la
plaza principal de la barriada, y que no era otra cosa que un simple canchón de
tierra.
Susana descendió del auto,
se paró como una estatua frente al público que seguía aumentando frente a su
casa. Parecía una estatua, inmóvil, hierática, mirando hacia ninguna parte,
solo miraba hacia el cielo. La gente se acercaba y le aclamaba como a un santo.
Unas señoras se acercaban y le besaban
los pies. Susana no se movía, parecía una de esas estatuas egipcias antiguas
-Hermana
-Hermanita
Se aplazaban a sus
piernas, muchos lloraban.
Cuando se había reunido
cerca de unas 150 personas que clamaban, lloraban, rezaban, rogaban, Susana
levantó los brazos y la plaza enmudeció.
Se hizo un silencio sepulcral.
-Hermanos, los alimentos no
serán entregados el día de hoy. El embarque
de los víveres enviados por los hermanos desde los Estados Unidos ha
sufrido un retraso. La próxima semana estarán llegando y de inmediato se hará
la repartición.
Un alarido de horror se
escuchó por toda a plaza, y estalló un llanto colectivo, y luego poco a
poco una procesión de andrajosos
llorosos fue abandonando la plaza.
-Hermana, la próxima semana,
no?
-Hermanita, sin falta la
próxima semana, verdad?. Mientras Susana no se movía, ni movía un solo musculo,
hasta que se fue el último. Se volvió hacia mi
y me dijo:
-Maximo, entra a mi casa.
En su casa había de todo
tipo de manjares y comodidades. Susana tomó una guitarra y todos en su familia
se pusieron a cantar canciones
evangélicas. Al rato Susana me sacó a bailar,
y bailando pegó su cuerpo contra el mío.
-Cuidado Maximo, cuidado con
las trampas religiosas-me dije a mi mismo
-A mí con el cuento de la
religión como pretexto.-pensé.
De rato en rato llegaban
algunas personas con peticiones sobre medicinas, consejos, o simplemente a
recibir órdenes de Susana.
La lección que saque de esa
experiencia, fue que el que controla la comida, posee el verdadero poder, un
poder absoluto.
Los norteamericanos a través
del reparto de los víveres tenían un poder absoluto sobre toda esa población.
Nunca vi tanto poder
absoluto como el que ejercía Susana. Un poder tan absoluto, que yo nunca lo
había visto, en ningún partido político ni siquiera en instituciones militares.
Lo que me llamó la atención
era que Susana veía todo eso como algo natural, no era consciente de que era
una simple herramienta al servicio del imperialismo y sus intereses de
dominación.
Horas después me llevaron de
regreso al hospital y tras las
bendiciones de Susana y los aplausos de los demás jerarcas de la iglesia me
retiré.
Lo que hizo Susana fue demostrarme su poder, su enorme poder, y
hacerme entender quien era el que mandaba y como lo hacía.
Días después el tío de
Susana fue dado de alta.
Susana me buscó para darme
las gracias por todo lo que había hecho por su tío.
–Máximo, bendito del Señor,
no sabes cuánto te agradezco que hallas curado a mi querido tío. El Señor es
contigo. Dios te bendiga.
Sorpresivamente se colgó
de mi cuello y me dio un beso en la
boca; se quedó mirando cual era mi reacción.
Solo sonreí.
-Dios te bendiga Susana. El
Señor es contigo
-Te espero en la iglesia,
Maximo.
Nunca fui a su iglesia y
nunca más la ví.
Capitulo 17
EL EXAMEN COPAIBA
La dictadura militar hizo
todo lo posible para apoderarse de las
universidades, pero, en el caso de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Decana de América, se encontró con la feroz resistencia del estudiantado,
encabezado por el FER.
El gobierno coludido con las
autoridades de la universidad, desataron una serie de tácticas y métodos de
penetración y control, pero nosotros les desbaratamos todas sus maniobras, sin
excepción.
Una de sus maniobras era
controlar al comité del examen de admisión de la universidad.
En contubernio con el
rector, “Juan de Dios, el Santanero” como
lo llamábamos los estudiantes, y con el pretexto de cuidar los exámenes
de ingreso, colocaron policías en el comité de admisión.
El objetivo era hacer ingresar a San Marcos a
gente del entorno del gobierno, y del entorno de las corruptas y reaccionarias
autoridades de la universidad, así como a miembros del ejército y de la
policía, y de esta forma lograr el control de San Marcos.
El presidente del comité de
admisión era un catedrático de apellido Copaiba, que enseñaba en la Facultad de
ciencias.
Resulta que la policía que
cuidaba los exámenes de admisión, en vez de cuidar, se apoderaron de los
exámenes y los vendieron a buen precio.
En solo dos días, a través
de toda una red montada con anticipación y alevosía, vendieron los exámenes a
buen precio tanto a academias de preparación de ingreso a las universidades
como a particulares,
Este escándalo fue de tal
magnitud, que a San Marcos postulaban 40,000 postulantes y se llegaron a vender
50,000 exámenes. Toda una enorme estafa, gigantesco fraude, montado por la
policía y las autoridades reaccionarias
de la universidad.
Los muchachos del FER tenían
conocimiento de anteriores fraudes en el examen de ingreso, pero no tuvieron
las pruebas inmediatas como fue en este caso.
Se enteraron de la venta
masiva del examen y se compraron varios ejemplares. Me avisaron:
-Grillo, hemos obtenido el
examen de ingreso, que el dia de mañana van a rendir los postulantes, ven a
ayudarnos.
Rápidamente resolvimos los
exámenes, y luego sacamos miles de copias con
un encabezado que decía
.”Este es el examen que dará
dentro de unos minutos y estas son las
repuestas, abajo el fraude y la gran estafa”.
Temprano en la mañana,
brigadas de feristas se distribuyeron
por todas las sedes del examen repartiendo los impresos.
-Tome aquí está el examen y
sus respuestas que darán en unos
minutos.
Cuando la policía se
enteró fueron rápidamente a capturar a
los feristas que denunciaban el gran fraude, fueron arrestados, golpeados y torturados,
pero no pudieron impedir el estallido furioso
de los postulantes en casi todas las sedes
.
Los estafados se
enfurecieron y mostraban a los periodistas los exámenes que dentro de unos minutos iban a rendir, con las
preguntas ya impresas y repartidas por los feristas.
Eso que vemos ahora de tres
coroneles de la policía, mas 2 mayores,
y un capitán y varios subalternos jefes
de mafias, y sicarios, y de un comisario
jefe de otra banda de facinerosos, no es cosa nueva y de ahora, sino que siempre ha sido así.
Ante el enorme escándalo
surgido, las autoridades mafiosas no tuvieron
otra cosa que hacer que anular el
examen de ingreso y sacar del cargo al presidente de la comisión, el catedrático
Copaiba.
Para los feristas solo había dos caminos: a)
Copaiba era el presidente de la comisión y por lo tanto la cabeza del fraude;
B) Copaiba era el campeón mundial de los idiotas, al cual, delante de sus
narices la policía había realizado el más grande fraude, nunca antes ni nunca
después ocurrido en San Marcos.
“Fuera Copaiba mafioso” se
gritaba en todo San Marcos y en la calles, porque el escándalo se hizo público.
Los feristas encabezaron el movimiento para sacar a Copaiba de la comisión y a todo el comité de admisión, por estar todos
involucrados según la opinión de los estudiantes.
Sacaron a Copaiba de la
presidencia, renunció todo el comité de admisión y se anuló el examen. Poco
tiempo después moriría el catedrático Copaiba, agobiado por el escándalo, según
nos informaron.
El desprestigio que cayó
sobre el rectorado y las demás
autoridades, fue una de las causas de la pérdida total de autoridad y del
desprecio que los estudiantes sentían por sus
autoridades y profesores. Todos mafiosos.
Fue el inicio del final de
la administración que ejercía la dictadura sobre San Marcos.
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