GUERRA NAVAL ASIMETRICA
El presente artículo es
extraído del libro del doctor Maximo Grillo Annunziata, titulado “La guerra
Naval Asimétrica”.
DR. Máximo Grillo Annunziata
LA GUERRA NAVAL.
Dr. Máximo Grillo Annunziata
En cuanto el hombre aprendió
a navegar, al corto tiempo, comenzaron los enfrentamientos en el agua.
Para algunos estudiosos fue
en el mar Mediterráneo donde se desarrollaron
las primeras flotas de combate. Esto se debió a que el Mediterráneo, por
ser un mar un mar cerrado, manso, con poca frecuencia de grandes tempestades,
de distancias cortas, facilito este
fenómeno de la navegación. El registro
histórico más antiguo del que se tiene noticia, está referido a la flota
fluvial (de rio) de faraón Menes, en el año
3500 antes de Cristo. Este faraón movilizó una flota, en su lucha por
conseguir el trono.
Pero las embarcaciones
egipcias, tenían que ser pequeñas, debido a la falta de bosques que proveyeran
de madera, y el hecho de que el delta del Nilo estaba rodeado de desiertos, la
navegación egipcia en sus primeros tiempos fue solamente costera, no se
aventuraron mucho.
Fueron los fenicios,
asentados que en lo hoy es el Líbano, con grandes bosque de cedro, buena madera
para la construcción de naves, los que se aventuraron en viajar hasta las
costas norte del África y la península
ibérica. Tan pronto como aparecieron las flotas comerciales, aparecieron
los piratas saqueadores. Esto motivó que los fenicios convirtieran en un
primer momento a sus naves en
comerciales y combatientes al mismo tiempo, embarcando soldados, que por tamaño
de la nave no pasaban de 10 a 15, que las defendieran de los ataques, hasta que
se dieron cuenta de que necesitaban de naves especializadas en la defensa, y de
esta forma aparecieron los flotas de guerra. El segundo paso de los fenicios
fue construir los birremes (Dos hileras de remos por banda) y luego los
trirremes (tres hileras de remos por banda), que les daba más velocidad, pero
eran sin embargo más difícil de maniobrar.
El siguiente paso fue dotar
a las embarcaciones de espolón reforzados con hierro, lo cual le daba más
poder. El problema radicaba en que muchas veces era imposible sacar el espolón
de la embarcación atacada y finalmente
los dos navíos se iban el fondo del mar.
El paso siguiente fue dado
por los romanos, quienes el inventaron el arpago y que no era otra cosa que unos ganchos de
hierro que era lanzados con catapultas para enganchar al barco enemigo, jalarlo
al costado y luego abordarlo. Y también inventaron el corvus, que se trataba una rampa de madera que se sujetaba a barco
enemigo a través de unos ganchos de hierro. Los soldados pasaban al otro barco
a través de esta rampa para el abordaje.
Como este tipo de lucha
causaba muchas bajas, se trato de lucha a la distancia, sin tener que recurrir
a espolón ni al abordaje. El primer paso en ese sentido, lo dieron los griegos
al utiliza el llamado fuego griego para incendiar los barcos enemigos. Estas
flotas resultaban aún muy limitadas, de forma que gran parte de la
tripulación la constituían los remeros. Un ejemplo de ello lo tenemos en la
batalla de Salamina en el año de 480 antes de Cristo en la cual los trirremes
griegos utilizaron 170 remeros por navío como promedio , llegando a utilizar
en sus 200 barcos un total de 42,600
hombres, de los cuales 34,000 eran
remeros y los otros 8,600 eran combatientes. Esto
significaba 170 remeros y 43 combatientes por navío.
Llegado el momento, los remeros
también cogían la espada y actuaban como soldados.
El siguiente paso fue el
empleo de máquinas de guerra en los navíos. En las películas sobre Marco
Antonio y Cleopatra, hemos visto reproducciones de la batalla de Accio, entre
las flotas de Octavio (luego llamado Cesar Augusto) y la flota de Marco
Antonio, y así podemos observar como los romanos ya utilizaban lo que podemos
llamar antigua artillería naval, basada
en el empleo de catapultas que arrojaban piedras y el fuego griego para
destruir y quemar a las naves enemigas, y del mismo modo apreciar como ya en
esa épocas existían las estrategias y tácticas navales. En Salamina, los
griegos utilizaron tachitas navales llamadas
dieceplus y periplos. El primero consistía en atravesar La línea naval
del enemiga en varios puntos y atacar por las popas para destruir a los navíos
enemigos, y la segunda consistía en
rodear los costados de los navíos enemigos para llegar a la popa y destruirlo o
abordarlo. Este ataque a las popas se debe a que esa zona era y es una zona
vulnerable en la estructura de los navíos y lo sigue siendo hasta la
actualidad. Siglo después, Nelson
utilizaría el mismo esquema, e incluso en pleno siglo XX, en el enfrentamiento
entre la flota japonesa y las cinco
flotas rusas, se utilizo el mismo sistema. Incluso Arquímedes utilizo contra la
flota romana lo que podemos considerar como los antecedentes de la artillería
de costa, al lanzar con catapultas vasijas de barro conteniendo serpientes
venenosas, y luego con el empleo de
grandes espejos cóncavos concentró los rayos solares para incendiar a los
barcos de madera de la flota romana. Fue el antecesor del los actuales rayos
laser.
El siguiente escalón fue
dado cuando los navíos fueron equipados con armas de fuego, de forma de que los
remos se convirtieron en un obstáculo
para el uso de los cañones, y entonces toda la fuerza para la navegación
se tenia que hacer a través de velas, dando origen a un complejo sistema de
velamen y a la aparición del timón de rueda, que facilito enormemente la maniobra
en el agua.
Con estos nuevos
dispositivos, se hizo una clasificación de los navíos de guerra, en función del
número de cañones:
Primera categoría: navíos
de más de 100 cañones.
Segunda categoría:
navíos de 80 a 98 cañones.
Tercera categoría: navíos de
60 a 74 cañones
Cuartea categoría: navíos de
44 a 56 cañones.
Quinta categoría: navíos de
30 a 40 cañones
Sexta categoría: navíos de
24 a 28 cañones.
El siguiente paso fue dado
por el uso de la fuerza del vapor, lo que dio origen a la aparición de los
navíos impulsados por grandes ruedas, que incluso algunos además conservaban
algunas velas. La utilización de navíos de guerra a vapor no se hizo esperar
mucho.
A solo dos años de la
batalla de Trafalgar, Fulton boto el primer navío impulsado por la fuerza del
vapor y ese fue el Clermont ,y el primer navío al cual se le cargó con cañones
fue el Demologos, en el cual la rueda se situaba en el centro del barco para
protegerlas de la artillería enemiga. Así llegamos al primer navío construido
específicamente para la guerra impulsado por la fuerza del vapor, y este fue
el Gorgon y que usaba dos grandes ruedas
para navegar, lo que lo convertía en vulnerable y difícil de maniobrar.
El siguiente paso fue
blindar con laminas de hierro a los barcos. Ya en la guerra de Crimea , los
franceses blindaron con planchas de hierro a unas baterías flotantes, que
resistieron muy bien las balas. Esta
experiencia llevo a concebir la idea de blindar a los mismos navíos.
Una de las primea batallas
de navíos blindados ocurrió en la guerra de secesión de los Estados Unidos
cuando se enfrentaron el Monitor y el Merrimac en 1862, y es en esa misma
guerra que se utilizó por primera vez un torpedo para hundir un navío, al
Hosatomic.
A partir de esas experiencias,
los navíos comenzaron a ser cada vez más grandes y blindados dando origen a
enormes trastos erizados de cañones y poseedores de grandes blindajes. Así
aparecieron los navíos como los
Dreadnought y los Superdreadnought. Esto 0obedecia a la necesidad de los
países imperialistas y colonialistas de
contar con grandes y monstruosas flotas, no solo para enfrentar batallas
navales, sino para embarcar hombres e implementos para las campañas de
colonización.
A comienzos del siglo,
durante la guerra ruso-japonesa se llevó a cabo las últimas batallas navales
entre flotas de guerra, y en las cuales
los japoneses hundieron a cinco flotas rusas, con grandes pérdidas para la Rusia lo cual la llevo a la derrota.
Esto tiene una explicación muy sencilla. Las flotas rusas
tenían que dar la vuelta a medio planeta para llegar a la zona e conflicto.
Salían de los puertos del mar Báltico y rodear África, lo cual les llevo mucho
tiempo. Inglaterra, Francia y Holanda se
negaron a Rusia el acceso a los puertos que poseían en sus colonias en África y Asia, de forma que
llegaron sin carenar, sin limpiar los cascos y demoraron mucho en llegar,
además sus barcos eran antiguos en comparación con los navíos japoneses. Y lo
más importante , es que los la
artillería de los navíos japoneses
utilizaban pólvora blanca, lo que les permitía disparos continuos , mientras
que la flota japonesa utilizaban pólvora negra y era necesario esperar que el
humo se disipara para poder apuntar y disparar nuevamente. Tan importan fue
este factor tecnológico, que el almirante japonés exclamó: “nuestro triunfo se
lo debemos a nuestro universitarios”, ya que la cordita o pólvora blanca, había
sido desarrollada en los laboratorios de las Universidades japonesas,
demostrando ya en esa época la importancia estratégica del factor tecnológico.
Los países imperiales
necesitaban de una gran flota, no solo para cuidar sus costas sino sobre todo
para transportar hombres, avituallas para mantener el control de sus
territorios coloniales. La importancia de las flotas de guerra en esas épocas
queda de manifiesto, en la lucha entre
los imperialistas por el control del mar, que en ese entonces quería decir
poseer la flota más poderosa. El que poseía la flota más poderosa, era el más
fuerte. Esto explica, porque los occidentales impedían el desarrollo de las
flotas de los competidores, era algo parecido a lo que pasa hoy en día con el
poder nuclear, en la cual los occidentales tratan a toda costa de impedir que
otros países posean poder estratégico nuclear.
Veamos los acuerdos del 06/02/1922, en los que se distribuía el
“derecho” al tamaño de las flotas, al
igual que hoy en día se quiere determinar el alcance del desarrollo nuclear de
otros países. La distribución de ese tratado del 1922 establecía lo siguiente:
Inglaterra: 72 acorazados y
580,450 toneladas de desplazamiento.
Estados Unidos: 18
acorazados y 500,610 toneladas de desplazamiento.
Japón: 10 acorazados y
301,320 toneladas de desplazamiento.
Francia: 10 acorazados y
221,175 toneladas de desplazamiento.
Italia: 10 acorazados y
182,800 toneladas de desplazamiento.
Es decir entre los
anglosajones reunían ellos solo 90 acorazados y si se suma los diez de Francia,
tenemos que los aliados contaban con 100
acorazados contra 20 de los países de
eje. Alemania no se cuenta porque no tenía acorazados alguno después de la primera guerra mundial. Esa
ventaja fue decisiva al estallar la segunda guerra mundial.
Si bien en la guerra
ruso-japonesa, Inglaterra y Francia se aliaron con Japón contra Rusia, y en la
segunda guerra mundial Inglaterra y Francia se aliaron con Rusia contra Japón,
lo que demuestra la verdad de la afirmación de Otto Bismarck de que los países
no tienen amigos, sino que tienen intereses. Incluso en plena segunda guerra
mundial los franceses se aliaron con los japoneses en la zona de la indochina,
permitiendo que las fuerza japonesas utilizara su territorio colonial para
atacar a los ingleses ,norteamericanos y holandeses. En el frente occidental
Francia, Inglaterra, Rusia y los Estados Unidos era aliados, pero en el frente
oriental Francia era aliada de los japoneses contra los norteamericanos, rusos
y Estados Unidos. Para comprender esto , se debe de tener en cuenta, que los
que por negocio se unes, por negocios se desunen.
Es decir los acorazados eran
el núcleo de fuerza de as flotas de guerra. Esto cambio con la aparición de las
fuerzas de portaaviones.
Fueron los españoles los
primeros en utilizar aviones transportados para realizar ataques aéreos. Como
fue el caso de portahidroaviones Dédalo. No se trataba propiamente dicho de
portaviones, sino de un barco que transportaba hidroaviones, que era
depositados en el agua a través de
grúas, y luego de su misión recogidos
nuevamente del agua para su transporte en el barco, y los españoles utilizaron
este sistema para atacar a los rebeldes marroquíes que luchaban por su
independencia.
Ya a fines de a primera
guerra mundial aparecieron los primeros portaaviones, pero no tuvieron tiempo s
de ser utilizados porque llegó el fin de la guerra.
Un segundo hito se puede
considerar es la batalla de Tarento, en la cual el portaviones Illustrous utilizando aviones torpederos tipo
Swordfish ataco a la flota italiana el
11/11/1940 con pobres resultados. Anteriormente los ingleses habían tratado de
utilizar portaviones, pero fueron hundidos; el Glorius, se hundió por el ataque
de dos cruceros alemanes y el Courageus por la acción de un submarino, el U-29.
Fueron los japoneses quienes
supieron darle el mejor uso a las fuerza de los portaviones con el ataque a
Pearl Harbor.
Durante la guerra quedo
claro que los acorazados no podían enfrentarse a los portaviones, como fue en
el caso de los acorazados Prince of Wales y el Repulse hundidos por la acción
aviones japoneses que partieron de sus
portaviones.
Para muchos investigadores y
especialistas sobre el tema la campaña de los japoneses fue superior a la de
los generales alemanes, porque junto con el ataque de Pearl Harbor, invadieron
Malasia, Birmania, Filipinas Singapur Indonesia. Esto lo trataremos con mas
detalle en próximos capítulos.
Del mismo modo, el análisis
de la fuerzas submarinas , se harán en otro capítulo.
El día de hoy, las flotas
navales se utilizan como base para ataque a distancia, con el empleo de aviones
y misiles, tal como han hecho los norteamericanos en Afganistán e Irak. La
imagen que vemos en los documentales de la segunda guerra mundial , de desembarco
en lanchones bajo fuego enemigo y combate entre navíos de guerra pasaron a la
historia. Los combates, sobre todo en el teatro del pacifico fue entre aviones
y flotas. Tras la guerra de Las Malvinas, quedó claro que tras la invención de
los misiles atipo Exocet, los llamados MAS (misiles aire –superficie), y con
el hundimiento de los barcos ingleses
por acción de los Exocet, las unidades navales de superficie son obsoletas. Con
un simple misil se puede hundir un acorazado y hasta un portaviones. Incluso un Exocet peruano, lanzado por pilotos
peruanos hizo impacto el costado de un portaviones ingles ,pero no explotó.
El empleo de flotas solo se
justifican si sirven de base para el ataque desde portaviones.
La parálisis de la flota
peruana en el episodio de Cenepa 95 es una prueba de ello.
Nosotros en nuestra escuela
política desarrollamos nuevas concepciones de la guerra naval, y para ello
diseñamos nuevos tipos de navíos, como base para las nuevas concepciones.
La flota de guerra del Perú,
en las actuales condiciones, no nos sirve de nada, no justifica su existencia,
se requiere cambiara por completo las concepciones que se manejan y que no son
otra cosa que una doctrina de fuerza auxiliar del Comando Sur, de los Estados
Unidos. Es necesario crear una doctrina nacional de guerra naval, en función de
las necesidades de guerra del Perú. La flota naval nos cuesta mucho dinero,
para que no nos sirva. La consigna es cambiar o morir.
Hoy en día no es posible los
operativos como los desarrollados en el llamado día D durante la segunda guerra
mundial, o los desembarcos en Iwo Jima u Okinawa, en los cuales se utilizaron
miles de embarcaciones. Hoy en día bastan misiles tierra-mar, para que un solo
misil se hunda un acorazado o un portaviones. Para llevar a cabo semejantes
desembarcos, las naves deben de esta frente a la costa, lo que los convierte en
blancos fáciles para misiles de todo tipo.
Solo si la diferencia de
poder militar entre los contendientes es muy grande, permite al más poderoso
utilizar maniobras de desembarco, tal como ocurrió en la guerra de Iraq, cuando
los ingenuos de los iraquíes destruyeron sus misiles para demostrar que no
tenían intenciones agresivas. Apenas destruyeron sus misiles, los invadieron.
Otro error similar cometió Kadafy de Libia. Las propias armas nunca se entregan
ni se destruyen.
Si los contendientes son
potencias nucleares, basta una bomba atómica de poca potencia para destruir
toda una flota de guerra.
Esto ha traído como
consecuencia que las flotas de guerra se usen más bien como bases de aviones y
misiles para ataques desde distancias considerables, tal como ha hecho los
Estados Unidos con Afganistán.
La vulnerabilidad de las
unidades de superficie, ha terminado por disminuir el valor estratégico de las
flotas de guerra.
Esto se vio ya en la batalla
de Okinawa, cuando los kamikazes
hundieron y destruyeron cientos de naves aliada .Si los japoneses
hubieran podido aguantar una semana más de ataques kamikazes, la flota aliada se hubiese retirado lo que hubiese
significado un desastre para las fuerzas de los llamados aliados, y el propio
jefe de la armada norteamericana solicito el retiro de su flota ante la amenaza
de quedarse sin flota por la destrucción recibida.
En el Perú se vio algo
parecido durante el conflicto del Cenepa. Las instalaciones petroleras
ecuatorianas se hallan en la costa de ese país, y los materiales de
construcción fueron transportados por buques de la armada peruana. Sin embargo,
y a pesar de conocer la ubicación de dichas instalaciones, el Perú no las atacó.
¿Por qué?. Por la sencilla
razón de que se sabía que estaba protegidas por baterías de misiles tierra-mar.
En minutos el Perú pudo quedarse sin flota alguna.
Próximo artículo: embarcaciones y tácticas
para la guerra asimétrica naval. Contiene los diseños y tácticas desarrollados
en las clases de Táctica General y Estrategia en la Escuela Política Etnocerista por el doctor Grillo.
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