EL BIBLIOMANO Y LA QUEMA DE
LIBROS
DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Este es otro de los
capítulos de mis memorias de estudiante que se quedaron en el tintero.
Pero será para la segunda
edición.
A
Juanito lo conocí cuando ambos militábamos en el FER (Frente Estudiantil
Revolucionario), pero había otra cosa que también compartíamos: ambos éramos
lectores compulsivos.
Muchas veces fuimos juntos
comprar libros viejos y al alcance de
nuestros bolsillos al jirón Azángaro o a
ferias de libros. Juanito, con sus propinas de estudiante pobre, y privándose del almuerzo de algunos días, se
compraba libros.
A Juanito le gustaba visitar
mi biblioteca que tenía en casa, porque yo tuve la enorme suerte de criarme
en una casa donde teníamos una solvente
biblioteca. Tener una biblioteca privada
es una enorme ventaja en el Perú, país donde los libros son los más caros de
toda Sudamérica, y en el cual la población no lee. Según la Cámara del Libro
del Perú, en este país la población lee menos de un libro al año. Si a eso se añade que el 90%
de los peruanos no comprenden lo que leen, se completa una situación verdaderamente trágica.
Para comprender por qué se
ha llegado a esta situación, debemos de saber que desde la rebelión de Tupac
Amaru, en el Perú siempre se ha sostenido que
indio ilustrado , es indio
rebelde y si quieres evitar que la indiada se te rebele, debes de mantenerla en
la más grande ignorancia, que sigan creyendo en los pistacos y en el chamán del
norte y se queden ahí; a través de todo el siglo XX, en el Perú se ha sostenido
, que la ciencia produce ateos, que los ateos se vuelven comunistas, y que los
comunistas arman sindicatos, huelgas, paros, guerrillas y terrorismo. Y si
quieres evitar los sindicatos, las
huelgas y las guerrillas, entonces no debe de haber ciencia alguna. Eso explica
porque el Perú ocupa el último lugar del mundo en educación y en el coeficiente
de inteligencia.
Modesto Montoya, nuestro
principal científico nuclear, en un artículo
afirma que mientras en los Estados Unidos se gastan 1500 dólares per
cápita (por cabeza) en investigación en ciencias y tecnología, en el Brasil se
gastan 60 dólares, en Argentina 30 dólares per cápita, en Chile 25 dólares per
cápita, y en el Perú 3 dólares con veinte centavos.
Mis padres eran
intelectuales e incentivaron mi afición
por leer, y mi madre cada vez que viajaba a su país de regreso, se traía una
montaña de libros, libros que en el Perú no se encontraban ni en las librerías
ni en las bibliotecas, e incluso estaban prohibidos por la ley.
Ya en el primer gobierno de Belaunde,
su ministro Alva Orlandini llevó a cabo una quema de libros. Pero la mayor
quema de libros fue la realizada por Fujimori, que destruyó bibliotecas
completas, tanto públicas, como las de las universidades, como las
bibliotecas particulares.
Mis padres pusieron especial
énfasis en desarrollarme una feroz conciencia crítica, que me dura hasta el día
de hoy.
Este hecho explica porque
pude estudiar en más de una universidad
al mismo tiempo. Nunca iba a clases y estudiaba solo en mi biblioteca.
Estudiando en más de una universidad, el
70% de mi tiempo en la universidad
estaba dedicado al activismo universitario, fui dirigente del club de artes
marciales de San Marcos, y en un tiempo entrenaba en la Federación
nacional de lucha libre en el estadio nacional.
Estuve en todas las
asambleas, las broncas, las peleas y las movilizaciones.
Jamás me amanecí estudiando,
y solo una vez, hasta donde recuerdo
hice el intento de estudiar en grupo. Para ello fuimos a la casa de
Pedro García Toledo, que es el único campeón mundial universitario de ajedrez
que tenemos, miembro del coro filarmónico de Lima y considerado el segundo
mejor atleta de la facultad de medicina. Todo un tipazo.
El primer mejor atleta de la Facultad de Medicina era
Dante Yorges Villasante, que posteriormente se dedicó a la política y fue
secretario general del UDP.
A veces íbamos a ver
entrenar a Dante. Daba varios vueltas alrededor de la cancha del gimnasio de San
Marcos dando saltos de rana cargando sobre sus hombros una barra con pesas de
80 kilos. Toda una proeza y que rebela una enorme fuerza física. Tenía unas
enormes manos de estrangulador, y una vez en una pelea colectiva en un partido de fulbito entre facultades, el solo le dio una paliza al equipo contrario e incluso a
toda la barra del equipo contrario.
El asunto fue que la mamá de
Pedro García nos trataba como si fuéramos sus hijos, y al verme dormido sobre
el sofá dijo:
-Pobre Grillito-
Y me puso una frazada encima. A las 7 de la mañana los muchachos me despertaron
-Grillo, GRILLOOOOO
DESPIERTAAAA
-¿Qué pasa, que ocurre?
-Tenemos que ir a dar el
examen
-¿Cuál examen?
A pesar de ello fui uno del
5% de la promoción que aprobó el examen, más encima con nota alta.
Nunca más hice el intento de
estudiar en grupo.
Juan tenía como
un objetivo, llegar a poseer una
biblioteca propia, y con el tiempo lo logró.
Es por eso, que se le produjo
una angustia enorme cuando Fujimori ordenó intervenir militarmente
las universidades. En la ciudad universitaria de San Marcos, establecieron un cuartel,
en el segundo piso del comedor universitario. Los militares consumían los víveres
del comedor de estudiantes y dejaban al hambre a los estudiantes, con la
complicidad de las autoridades.
Incluso se produjeron robos,
asaltos y violaciones por parte de los militares acantonados en la universidad.
En la facultad de medicina se estableció, también por orden de Fujimori otro
cuartel, allí se robaron los microscopios,
instrumentos médicos, y lo peor de todo saquearon las bibliotecas de todas las facultades. Miles de libros fueron
extraídos de las facultades y los libros fueron quemados. Todo ello por orden
de Fujimori.
Los militares fueron con
listas de libros que buscaron y destruyeron.
Saquearon las facultadas robándose computadoras y todo lo que ´pudieron .No
solo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América, sino
que lo mismo hicieron en la Universidad
De la Cantuta, en la Universidad de Ingeniería, y en las universidades de
provincias.
Las bibliotecas de las
facultades de química fueron totalmente destruidas y todos los estudiantes de la
facultad de química fueron fichados, alegando que por ser estudiantes de
química podrían fabricar bombas para los subversivos, todo eso por orden de
Fujimori.
Se llegó tales extremos, que
el rector de San Marcos se vió en la necesidad de publicar una denuncia en los periódicos.
Cuando Juan llegó a la
universidad y vio que los militares estaban sacando los libros de las
bibliotecas, se interpuso:
-Oigan, dejen esos libros
¿adónde los llevan?
-Calla concha de tu madre,
vamos quemar todas estas huevadas.
O sea para los fujimoristas
los libros son huevadas.
Luchó a golpes contra los
militares tratando de impedir el saqueo y destrucción de los libros, ante la
presencia de los estudiantes, los cuales protestaron, siendo apaleados por los
militares fujimoristas, mientras cargaban los libros en camiones.
Juan fue detenido,
salvajemente torturado, fueron a su casa, donde descubrieron su biblioteca, que
con tanto esfuerzo había creado. Su
biblioteca fue saqueada por los militares fujimoristas, quienes se llevaron
todos sus libros y delante suyo los quemaron mientras lo golpeaban.
En esas épocas yo era
catedrático y enseñaba en San Marcos, los cursos de Geopolítica General y los cursos de Análisis Geopolítico 1 y 2.Fui
testigo presencial de cómo se detenían a los estudiantes en plena ciudad
universitaria, les registraban las mochilas y les incautaban los libros, y
muchas veces me enfrenté a los militares y policías impidiendo los robos, no
sentía miedo, pero no llegaron a matarme, sus intentos siempre fracasaron.
Todo eso hizo Fujimori.
Tras esos episodios, juan, maltrecho, fue a buscarme, a
pedirme si tenía algunos libros que me sobraran para volver a armar su
biblioteca, empezando desde cero.
Para eso momentos fui
informados por conocidos que los sanmarquinos tenían infiltrados en todas partes, de que
gobierno fujimorista, había decidido destruir mi biblioteca de más de
5000 libros (todos leídos, porque yo no tengo los libros de adorno).
Desesperado empecé a
esconder mis libros llegando incluso a enterrarlos en domicilios de algunos amigos de confianza.
Por los mismo amigos
infiltrados me enteré de que los servicios de inteligencia del fujimorismo
habían detectado donde había escondido algunos de mis libros y se preparaban
para incautar los volúmenes para
destruirlos.
Afortunadamente a los pocos
días la bestia ignorante de Fujimori abandonó el gobierno y mi biblioteca se
salvó.
Es por eso que cuando
parecía que la denominada Keiko parecía que podía ganar las elecciones, en lo primero
que pensé fue de nuevo en cómo salvar mi biblioteca, y como las variantes se
habían disminuido, y que además podrían rastrear de nuevo los escondites de los
libros, pensé en enviarla los libros al extranjero, de forma de donarlos a
alguna institución o persona en el extranjero. De forma de que si alguien se
interesa en mi biblioteca en el extranjero se comunique conmigo, se la obsequio.
Espero que no sea necesario, y que la denominada keiko nunca llegue al poder.
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