EL GUSANO CUBANO
Dr. Máximo Grillo Annunziata
Esta publicación es uno de
los capítulos del libro del dr. Máximo Grillo Annunziata titulado “ Memorias de
un estudiante agitador”
Durante el gobierno de la dictadura militar, cuando
gobernaba Morales Bermudez, la dictadura
coordinó con el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la CIA
una maniobra con el objeto de desprestigiar y debilitar el régimen de Fidel Castro,
y de paso salvar el pellejo de algunos agentes de la CIA que operaban en el
territorio de Cuba.
De este modo, de repente
algunos cubanos ingresaron a la embajada del Perú y pidieron asilo político. Enterado
de ello el régimen cubano cercó la embajada para impedir mas asilados, e inmediatamente
se desplegó una campaña mediática acusando a Cuba de incumplir los tratados
internacionales de asilo político, desconociendo a las Naciones Unidas, y de esta
forma se formó un gran escándalo.
Pero Fidel Castro siempre ha
sido mas inteligente que sus adversarios, y parece que se acordó de las
palabras de Alcibíades, el general y estratega griego cuando le avisaron que
los persas se retiraban del territorio griego , y que fueron: “ Al enemigo que se va, puente de
Plata”.
Castro vió en ello una
brillante oportunidad, como pocas, de deshacerse de sus enemigos políticos
internos y limpiar a su país de todo tipo de indeseables.
De esta forma lleno camiones
enteros con sus enemigos políticos, de delincuentes comunes, asesinos, ladrones,
violadores, estafadores, esquizofrénicos, locos de remate, psicóticos de todo tipo incurables y los llevó al local de la embajada
del Perú donde los echaron al grito de :
“Fuera escoria”.
En la práctica Fidel vació
las cárceles y los manicomios de Cuba
Para facilitar su expulsión
se dispuso del puerto de Mariel , de allí el nombre que se les dio de
Marielitos, al igual que el de gusanos, por pertenecer a la oposición al régimen que era llamada la gusanera.
La mayor parte de ellos se
fue a Miami, donde un buen porcentaje se dedicó al delito y que fue muy bien
representado por Robert de Nilo en la película Caracortada y dirigida por Brian
de Palma.
Pero una parte de los
gusanos vino al Perú, específicamente a Lima.
Aquí fueron rechazados por
todos los estamentos de la sociedad peruana, desde la izquierda hasta los de la derecha y sobre todos eran
precisamente los de la derecha quienes más los despreciaban.
Alojados primero en los
parques zonales, luego fueron enviados a los arenales inhóspitos de Villa El
Salvador, donde vivían con unos
subsidios que les daban las Naciones unidas por su calidad de asilados
políticos en condiciones paupérrimas.
Algunos se consiguieron un
trabajo honesto, algunas se dedicaron a la prostitución y otros al franco delito.
Esta es la historia de uno
de ellos.
Resulta que estando de
guardia una madrugada, llegó un gusano cubano
víctima de una feroz crisis asmática. Al examinarlo y dada la gravedad
del cuadro le extendí una receta de
aminofilina con glucosa al 33% para colocarle una inyección intravenosa. Ese
era el tratamiento que se usaba en esa época para las crisis asmáticas.
-Compra esta receta en la farmacia y
lo traes para colocarte la
inyección,-le dije
-¿Cómo?
-Que vayas a la farmacia
compras las medicinas y las trae para colocarte la inyección
-Chico, como voy a comprar,
no tengo ningún dinero
-Oye compadre, y para que te
has salido de Cuba?, supongo que allá cuando te da tu crisis de asma te tratan
gratis. Aquí en el Perú, sino tienes dinero para comprar medicinas, simplemente
te mueres.
-Chico, no hay libertad en
Cuba chico
-¿No hay libertad?
-No,no hay libertad.
-Que ¿ tu quieres trabajar y
no te dejan?
-Allá todos trabajan chico
-¿Tu quieres estudiar y no te dejan?
-En Cuba todos estudian, no
son ignorantes como ustedes los peruanos
-¿Tu quieres hacer deporte y
no te dejan?
-En Cuba hace deporte el que
quiere.-
-Entonces que quieres hacer
que no te dejan, que no hay libertad?
-A las doce de la noche todo
está cerrado, la juventud no tiene donde ir a bailar, divertirse y toma ron.
Ese era el concepto de
libertad de ese gusano imbécil.
Para poder bailar después de
las doce de la noche , renunciaba al atención gratuita de salud, al
estudio y a la cultura y a la
posibilidad de una vida sana.
Finalmente terminé comprándole la medicina con dinero
de mi bolsillo, porque sino se moría con
la crisis asmática.
Me apiadé del idiota. Se
retiro de la emergencia dándome las gracias.
Pero sospechosamente apareció
un conocido periodista en el servicio de
emergencia preguntando sobre la atención del gusano cubano,
le repetí los mismo que la había dicho
al gusano:
- Aquí en el Perú, sino
tienes dinero para comprar medicinas, simplemente te mueres-
Al día siguiente cuando
aparecieron el el periódico mis declaraciones se armó un escándalo, y el
director del hospital pretendió sancionarme, pero los estudiantes y los profesores salieron en
mi apoyo.
El policía que estaba de
guardia en el servicio de emergencia esa
noche se acercó y me dijo:
-Hubiera dejado que se
muera, doctor. Esos cubanos son unos vagos, no trabajan en nada, no hacen nada
en todo el día y se emborrachan todos los días
y arman escándalos .Yo lo sé porque vivo cerca de donde los han ubicado
en Villa El Salvador, son una plaga.
Tiempo después nos volvimos
a encontrar. Yo viajaba en un ómnibus cuando subió al mismo el gusano cubano
vendiendo caramelos y cigarrillos. Estaba
de vendedor ambulante
-Oye, tu por aquí?
-Doctor como está, a los tiempos
-Pensé que estabas ya en
Miami
-Todavía no me sale la visa,
tengo unos familiares que viven en Miami
y están haciendo los tramites. No es fácil
-Y, Ya vas después de las
doce de la noche a bailar y tomar ron?
-No doctor, lo que se gana
con esta venta de caramelos y cigarrillos
solo alcanza para comer y a veces ni para comer. Las peruanas quieren
que las invites y te hacen gastar.
-Así es compadre, las mujeres cuestan.
Le compré algunos caramelos
por ayudarlo, ya que nadie en el bus le compró nada.
Y pasó el tiempo.
En una oportunidad fui al
hospital Dos de Mayo a una conferencia y al atravesar una sala de
hospitalizados, me llamaron
-Doctor Grillo. Doctor
Grillo. La voz y el dejo me eran conocidos. Al voltear ví que en una cama se
hallaba al cubano
-Tu aquí? Creía que estabas
en Miami
-No doctor, nunca me dieron
la visa y mis familiares ya no contestan
mis cartas. Doctor, estoy mal
-Que tienes?
-Tuberculosis. Estoy mal
doctor.
-Esa enfermedad tiene
tratamiento. No te preocupes. Te estaré visitando
-Doctor hágame un favor.
Puede hablar con la asistenta social? Hay que comprar unas medicinas y no tengo
un centavo. Puede hablar con ella?. Recomiende mi caso.
-No te preocupes ahora mismo
hablaré con ella.
La asistenta social era mi
amiga desde mi época de estudiante y de buena gana aceptó ayudar al cubano.
-Ya le hablé. Dentro de un
rato se acercará por aquí
-Gracias, gracias, muchas
gracias doctor
-Regresaré a verte como vas
–le dije.
Tres o cuatro días después
al acudir al hospital, fui a la sala de hospitalizados a ver como seguía el
cubano.
Pero en la cama había otro
paciente, no vi al cubano en ninguna.
Me acerque al interno:
-Por favor doctor, el
paciente cubano que estaba en esa cama?
-Falleció hace dos días. Su
enfermedad estaba muy avanzada.
El pobre hombre salió de Cuba y vino a estos territorios buscando bailar y
tomar ron en las noches de fiesta y lo
único que encontró en el Perú fue pobreza, miseria, tuberculosis y la muerte en
un hospital para pobres.
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